por Matthew Ogden,
miembro del Movimiento de Juventudes Larouchistas
El
dirigente de la bancada demócrata en el Senado de Estados Unidos, Harry
Reid de Nevada, empezó su discurso en un mitin que hubo en Washington,
D.C., en febrero, contando lo que Benjamín Franklin le contestó a
una dama luego de salir de la convención constitucional. “Bueno,
doctor Franklin, ¿qué nos dieron, una república o una
monarquía?”, le preguntó. Franklin respondió:
“Una república, ¡si pueden conservarla!”. Desde
entonces, Reid y otros demócratas han viajado por el país para
atajar el golpe de Bush y Cheney, y hacer de Bush un mero figurón, tal
como Lyndon LaRouche instó a los demócratas a hacer hace unos
meses.
Ahora
LaRouche ha entrado de nuevo como el general a definir el campo de batalla, como
lo hizo el 9 de noviembre de 2004 luego de la elección presidencial.
Ahora los demócratas están unidos contra Bush, pero con el
desplome de General Motors y el resto de la economía mundial, LaRouche le
hizo un llamado de emergencia al Senado para que adopte un programa
rooseveltiano de construcción de infraestructura. Éste es el
siguiente paso que deben dar los demócratas, en particular Reid, quien en
varios discursos suyos ha propuesto un “Plan Marshall para Estados
Unidos”.
A fines
de abril Reid hizo una gira por EU para organizar una gran manifestación
en la capital estadounidense el 26 de abril. Reid empezó su gira en
Washington, D.C., donde el Movimiento de Juventudes Larouchistas (MJL)
prácticamente tiene tomadas las calles en lo político; luego
visitó Pittsburgh, donde el senador republicano Rick Santorum (por
Pensilvania) anda huyendo del MJL; y por último Providence, Rhode
Island.
Los del
MJL manejaron desde Boston la mañana del 23 de abril para saturar al
pequeñísimo estado de Rhode Island con el impactante folleto de
LaRouche, Bush’s Social Security Fraud: Stop George Shultz’s
Drive for Fascism (El fraude del Seguro Social de Bush: ¡Alto a la
marcha de George Shultz hacia el fascismo). Cuando el senador Reid llegó
a la reunión ciudadana, 400 personas abarrotaban la sala, la
mayoría de las cuales leía el folleto de LaRouche, incluso algunos
en voz alta para los demás los escucharan.
La voz de la
razón
Reid se
presentó con la voz clara y serena de la razón, y la gente
respondió. Al identificar a los que pretenden la privatización del
Seguro Social como gente que odia a Franklin Roosevelt, algunos en el
público señalaron el subtítulo del folleto de LaRouche que
dice: “Todos ellos odian a Roosevelt”. Fomentamos un ambiente
combativo en la gente. Tras la reunión, una señora mayor le
exigió a Reid, folleto en mano: “Vale más que les haga saber
a sus colegas en Washington que esto de la privatización empezó en
Chile, y que los ha destruido”. Otro señor que estaba detrás
de ella señalaba la foto del folleto diciendo: “¡Pinochet,
Pinochet, es Pinochet!”
Luego de
ese intercambio vigoroso, este autor le estrechó la mano a Reid y se
presentó como miembro del MJL, a lo que Reid contestó contento,
“qué bien”, y añadió que le daba gusto que
estuvieran ahí. Derspués de expresarle mi apoyo por mostrar un
liderato tan bueno, le dije que me había inspirado mucho un discurso
sobre infraestructura que dio hace unos años, y sonrió:
“¡Sí! ¡Un Plan Marshall para Estados Unidos!”
Mostró mucho interés en el llamado de LaRouche, aunque
todavía no lo había recibido. El senador le pidió a su
secretaría de prensa que se asegurara de que el MJL le diera una copia
del llamado lo antes posible.
Cita en
Columbus
Cuando el
senador Reid abordaba su avión rumbo a Columbus, Ohio, le llamamos a los
compañeros del MJL del centro del país. Cuando Reid llegó a
Columbus pocas horas después, Nick Feden le entregó el susodicho
llamado. Feden le dijo que supo que quería leerlo, y continuaron la
conversación sobre infraestructura iniciada antes ese día. Sin
duda, Reid estaba sorprendido de ver una respuesta tan rápida a su
pedido.
El MJL se
instaló en Boston y Ohio sólo después de la elección
de noviembre de 2004. El reclutamiento en esta región le permite al MJL
estar en casi todas partes.
Los
últimos meses de labor organizativa en la región central del
país crearon un ambiente animado en la reunión ciudadana de
Columbus aun antes de que el MJL llegara. Un hombre ya estaba distribuyendo el
folleto de LaRouche y, cuando llegamos con una remesa nueva, la gente los
arrebató. Tras la reunión, mientras Feden charlaba con Reid, otros
dos ciudadanos ayudaron a los larouchistas a organizar, repartiendo un buen
número de folletos. Uno de ellos, el presidente del sindicato automotriz
de la UAW en Columbus, acababa de recibir un correo electrónico de Helga
Zepp–LaRouche, a quien conoció dos semanas antes en una
reunión en Washington, en la que estuvieron Lyndon LaRouche y varios
funcionarios públicos y dirigentes sindicales.
A su
regreso a Washington, el senador Reid encabezó un mitin de 2.000
demócratas, entre los que había 125 representantes y senadores, y
el MJL estuvo presente. Desde que Reid habló ante 200 demócratas
en ese mismo lugar hace unos meses, el MJL ha movilizado a la nación,
enseñándole las ideas de LaRouche para darle una solución
real al derrumbe económico, y defender el bienestar general contra los
cambistas fascistas. “Una república, ¡si pueden
conservarla!”, dijo Franklin, ¡y nos proponemos hacerlo!