LaRouche exige el retiro inmediato de los Estados
Unidos de Iraq
por Jeffrey Steinberg
El estadista y economista estadounidense Lyndon LaRouche instó al
Gobierno de Bush a retirar de Iraq todas las tropas de los Estados Unidos de
inmediato. Dicho retiro probablemente requeriría la creación
provisoria de una zona en la cual las fuerzas de los EU pudieran reagruparse a
la espera de los planes logísticos para salir de Iraq.
LaRouche ya había propuesto una misión estadounidense de
varios años, redefinida en forma radical, con el fin de incluir
capacitación acelerada de las fuerzas militares y de seguridad
iraquíes, haciendo hincapié en los proyectos del Cuerpo de
Ingenieros del Ejército de los EU, para reconstruir la infraestructura
destruida de Iraq, pero con un acento en proporcionarle a la población de
Iraq empleos dignos.
Sin embargo, el continuo fiasco militar de los EU en Iraq ha llevado a
LaRouche a revisar sus propuestas. Ya no existe una base viable que sustente una
presencia continua estadounidense en Iraq, le dijo LaRouche a sus colegas
recientemente. La presencia continua de los militares estadounidenses y de otras
fuerzas internacionales de ocupación internacionales sólo empeora
la situación, y elimina toda posibilidad de un acuerdo viable de gobierno
entre los mismos iraquíes.
La ‘Operación Matador’ es un
fracaso
Fuentes militares estadounidenses, que acaban de regresar de misiones de
reconocimiento en Iraq, le han informado a funcionarios del Pentágono que
la situación sobre el terreno para las tropas estadounidenses es
desesperada. Los insurgentes operan en un 70% del país; las tropas
estadounidenses están forzadas en gran medida a permanecer en los
cuarteles para evitar números de bajas políticamente inaceptables.
Cuando salen a patrullar, deben viajar en grupos numerosos para hacerle frente a
ataques enemigos, por lo que no tienen la capacidad para cubrir partes
considerables del país.
Como un oficial de inteligencia estadounidense de alto rango le dijo a
EIR: “Tenemos 150.000 tropas sobre el terreno en Iraq, y el
contingente más grande de espías en todo el mundo, y aún no
sabemos quiénes son los insurgentes”.
La “Operación Matador”, el operativo de
contrainsurgencia que recién concluyó en Iraq occidental, cerca de
la frontera siria, ha sido aclamada por el Pentágono como un éxito
total. Sin embargo, oficiales militares de alto rango y bien informados afirman
que, aunque sacaron a los insurgentes de varios poblados luego de combates
intensos, los EU no tiene tropas suficientes para apostar en esos lugares y
asegurar el área, por lo que, en pocos días o semanas, los
insurgentes regresarán.
Un oficial le comentó a EIR que en un tiroteo particularmente
intenso en un poblado de la provincia de al-Anbar, las tropas estadounidenses
fueron atacadas desde el interior de una vivienda que supuestamente era un
cuartel rebelde. Dos soldados estadounidenses murieron y otros resultaron
heridos; los soldados no pudieron determinar de dónde provenían
los disparos. Posteriormente se supo que los insurgentes estaban escondidos
debajo de la casa y que contaban con municiones especiales que penetran hasta
cemento.
La fuente también afirmó que el incidente mostraba el tipo de
dificultades con las cuales se están topando las fuerzas estadounidenses,
en una campaña bélica asimétrica, conducida por una
insurgencia dominada por ex militares iraquíes que cuentan con
experiencia de combate y están bien entrenados; a diferencia de los
soldados de la Guardia Nacional y Reserva de los Estados Unidos, que conforman
más de la mitad del contingente estadounidense en Iraq.
El general retirado Barry McCaffrey, ha advertido que el Ejército de
los EU se encuentra en un punto de máxima tensión tolerable, como
consecuencia de la guerra de Iraq. McCaffrey ha criticado duramente al
secretario de Defensa Donald Rumsfeld por no proveer las tropas necesarias para
llevar a cabo la misión de ocupación en Iraq, y ahora prepara un
artículo sobre las consecuencias más amplias del agotamiento del
Ejército y el desplome del reclutamiento.
La fantasía sobre Irán
Un oficial del Ejército retirado de alto rango, dijo que dentro de
las fuerzas armadas se habla de una retirada de Iraq, que comenzaría a
fines de este año. Sin embargo, esta misma fuente advirtió que el
Gobierno de Bush está divulgando que la razón clave que
haría posible una retirada, sería el desplome que esperan del
régimen iraní y su remplazo por un gobierno reformista pro
occidental. Ésta, advirtió la fuente, es la forma de
fantasía más peligrosa, la que circulan los neoconservadores del
American Enterprise Institute.
‘Vietnamización’ y
‘libanización’
Dos especialistas en la región, el coronel retirado del
Ejército W. Patrick Lang y Phebe Marr, disertaron hace poco en una
conferencia en Washington, auspiciada por la Fundación Jamestown.
Ofrecieron su opinión objetiva sobre la situación en Iraq. Lang,
el ex jefe de inteligencia militar para el Cercano Oriente, equiparó el
desastre actual con el plan de “vietnamización”, que fue la
cubierta que emplearon los EU para retirarse de Vietnam. Luego, el Gobierno de
los EU aseveró que las fuerzas sudvietnamitas estaban llegando al grado
en que podían vencer a la insurgencia por sus propios medios. Todo el
mundo sabía a la sazón que se trataba de un engaño para no
admitir que los EU se habían metido en la guerra equivocada, en el
momento equivocado, en el lugar equivocado, y que no podían
ganar.
Phebe Marr, una ex analista de la CIA y especialista de la Universidad
Nacional de Defensa, equiparó el desastre actual en Iraq con la guerra
civil en Líbano de 1975–91. En alguna época, Iraq y
Líbano tuvieron una clase media próspera, un gobierno laico, y un
sentido de identidad nacional que era generalizado. En Líbano, como la
clase media fue destruida por la guerra civil y otros conflictos sectarios, se
perdió el sentido de identidad nacional y el país se
derrumbó. La doctora Marr advirtió que esto es precisamente lo que
está sucediendo ahora en Iraq, con los intereses chiitas, suníes y
curdos destruyendo lo que antes había sido un fuerte sentido de
nacionalismo iraquí.
Coloquen a estos dos fenómenos juntos
—‘vietnamización’ y
‘libanización’— y obtienen una receta para un Estado
fracasado, cortesía de la obsesión insana del Gobierno de Bush con
el derrocamiento de Saddam Hussein.
Retorno a la Doctrina LaRouche
Hace un año LaRouche publicó “La Doctrina LaRouche para
el Sudoeste de Asia” (ver Resumen ejecutivo de la 1a quincena de junio de 2004), que planteaba un plan detallado para la
salvación de Iraq como un Estado soberano luego de Saddam Hussein,
mediante la cooperación económica regional y otras operaciones de
estabilidad de emergencia.
De forma profética, LaRouche comenzó ese documento, “El
interés de los EU en el Sudoeste de Asia”, con la advertencia:
“Ni las causas ni el remedio para el actual atolladero de guerra
asimétrica en ebullición en Iraq pueden encontrarse dentro de los
confines de la presente configuración de fuerzas en conflicto dentro del
propio Iraq. No puede haber razón moral o militar alguna para continuar
una política de mantener a nuestras fuerzas en territorio iraquí.
Por tanto, tenemos que sacar a nuestras tropas de una forma segura y
rápida de Iraq. No obstante, esto no puede hacerse sin crear un marco
estratégico más amplio en el que pueda dársele vida a una
solución viable”.
Exactamente 13 meses después de que LaRouche dio a conocer esa
guía política el 17 de abril de 2004, los Estados Unidos se han
metido más adentro del atolladero del que LaRouche había
advertido. Dado que la locura rampante está a la orden del día en
la Casa Blanca y entre la burocracia civil del Pentágono, cualquier
demora adicional en retirar a todas las tropas estadounidenses de Iraq
sólo aseguraría un resultado aun más horrendo.
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