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Resumen electrónico de EIR, Vol.XXII, núm. 13
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LaRouche detalla su política
iberoamericana
Lyndon LaRouche ahondó sobre su política hacia
Iberoamérica en una escuela de cuadros en Houston, Texas, el 21 de mayo.
El programa iberoamericano de LaRouche: 'Los Estados soberanos de la Américas' fue publicado en Resumen ejecutivo
en la 1a quincena de noviembre de 2003.
Yo tengo una política respecto a México que me ayuda mucho.
Mi política es que, yo entiendo a este Hemisferio muy bien, por tanto,
conozco lo que significan para el continente el papel de México y el
legado de la Revolución Mexicana, y el legado de paz que fundó al
PRI (Partido Revolucionario Institucional–Ndr.); ese legado y lo que
significa para el continente. Lo que significa es que, si vas a juntar a
América Central y del Sur para que cooperen, lo cual es muy necesario en
estos momentos, tienes que tener una voz muy significativa desde la Ciudad de
México. No puedes hacerlo desde Sonora; no puedes hacerlo desde Nuevo
León. Puedes hacerlo desde la Ciudad de México.
Así que, ahora tienes que tener una organización eficaz en la
Ciudad de México. No debe ser simplemente una organización eficaz;
tiene que ser una organización eficaz que tenga portavoces que puedan
hablar por los intereses de México, pero no sólo por los
intereses de México, sino por los intereses de México como parte
del Hemisferio, especialmente como parte de América Central y del Sur, de
Iberoamérica. Y la voz de México es muy importante ya que afecta a
los países que tiene al lado. Por ejemplo, afecta a Cuba, afecta a
Panamá; afecta a Ecuador, a Venezuela, Colombia, Perú, Bolivia,
Brasil —a Brasil no le gusta mucho que le afecte, pero sí le
afecta— Argentina y demás.
Por tanto, ahora tenemos un movimiento en América del Sur. Tenemos
al primer ministro de España, quien fue a reunirse con los respectivos
jefes de gobierno y Estado de Colombia, Venezuela y Brasil. De esta
reunión surgió una suerte de cooperación que probablemente
un mes antes hubiéramos dicho que era imposible, pero surgió.
Qué tan buena, qué tan estable sea, no sabemos.
Al mismo tiempo, al sur de ahí, tienes al presidente [Néstor]
Kirchner de Argentina, un dirigente muy interesante en una situación muy
difícil. Tenemos la crisis en Bolivia; tenemos un problema en
Perú; tenemos una crisis en Ecuador. Lo que necesitamos es una voz en el
Hemisferio, que fomente este proceso de reunir a las principales fuerzas
políticas, a las principales fuerzas políticas patrióticas del Hemisferio, y las junte bajo una perspectiva
común.
Ahora, México, al estar junto a los EU, con una historia propia muy
especial, puede desempeñar un papel clave en aglutinar a todos estos
países de América Central y del Sur, o a la mayoría de
ellos. Lo que necesitas en México entonces es una presidencia o un
candidato a la Presidencia, además de otras instituciones que vayan a
desempeñar ese papel en México para el Hemisferio.
Es en eso que México encontrará de nuevo su propio sentido de
identidad nacional en tanto república. Al presente eso se ha perdido, con
lo que sucedió desde que [José] López Portillo dejó
la Presidencia en 1982, cuando hubo esta crisis. Así que, México
en espíritu, tiene que recuperar ese sentido de sí mismo como
república soberana, lo que ha perdido en gran medida en el período
desde que López Portillo dejó la Presidencia, bajo presión
de los EU y otros. Así que, por tanto, eso es lo que es
decisivo.
Ahora bien, cuando bregas con algo como [Andrés] López
Obrador, dices: “¿Es López Obrador un candidato que llena el
cometido? ¿Ese papel hemisférico que le toca a México?”
Partes de ahí, no de decir: “Bueno, él es el hombre que la
va a hacer”. Empiezas preguntándote qué es lo que necesitas,
y luego le entras a la política desde ésta perspectiva.
El problema es que cuando te sientas y tratas de decir, como cuando vas a
un restaurante y tratas de ordenar algo del menú existente:
“¿Qué debo comer?” A veces vas a la cocina y preguntas:
“¿Qué podemos cocinar aquí?”, en vez de decir:
“¿Qué vamos a escoger del menú?” Y así hay
que abordarlo.
Tenemos una situación muy interesante en California, que es
pertinente a la situación en Texas. En California estamos ahora en una
posición significativa en relación con los
méxico–americanos en California, y con otra gente de origen
hispano, quienes tienden en general a moverse en torno a los
méxico–americanos. Así que, por tanto, tenemos desde dos
puntos —desde Texas y desde California, en particular—, influencias
muy significativas en México, en donde la población
hispanoamericana en los Estados Unidos, sean inmigrantes o ciudadanos, es muy
importante; ¡es el grupo minoritario más grande en nuestra
nación, en los EU!
Por tanto, este grupo, que ha estado buscando un papel como grupo nacional,
no sólo como grupo minoritario, ahora tiene un papel potencial: el papel
de que si hablas español, o tienes un ancestro que lo hablaba, que vino
de allá, piensas en el Hemisferio, y queremos que la gente piense en el Hemisferio. Queremos tener una América segura, lo que significa en
gran medida, en términos de territorio, América Central y
América del Sur. Y tenemos muchos estadounidenses en los Estados Unidos,
que vienen de esa parte del mundo y que tienen una afinidad natural al pensar al
respecto, y cuyas voces, desde los Estados Unidos, serán
respetadas por razones culturales en estos países.
Así que, lo que tenemos que hacer en los EU es, en esencia, tener
esa orientación, tener esa orientación hacia el Hemisferio, esa
orientación hacia el papel especial que probablemente México puede
desempeñar, quizá con cierta ayuda de nuestra parte. Y tratar de
ver y reconocer en México, el potencial para que México
desempeñe un papel como ese.
Y ésa, creo yo, es mi política.
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