La solución para Iberoamérica
pasa por Estados Unidos
En el diálogo que viene sosteniendo con interlocutores de
Iberoamérica y del mundo a raíz del discurso que difundió
por internet el pasado 16 de junio, Lyndon LaRouche recalca que está
dispuesto a hacer hasta lo imposible en defensa de los pueblos de
Iberoamérica. “Sin embargo, defenderlos significa derrotar a mis
enemigos en el actual Gobierno de Bush en Estados Unidos. Las dos tareas son
inseparables”, respondió a un mensaje que le llegó de la
Universidad Nacional del Comahue de Neuquén, Argentina. Aunque a muchos
les duela, la verdad es que si la crisis no se resuelve en EU, no podrá resolverse en el mundo.
LaRouche le dice a un peruano: “No sólo Ecuador, sino tambien
Bolivia está ahora entre las naciones más amenazadas de
Sudamérica. Ecuador fue saqueada ‘hasta el tuétano’,
sobre todo por una operación de EU. Bolivia se ve amenazada porque el
Gobierno de EU se niega a colaborar con medidas económicas que
podrían aliviar el conflicto que, aunque no es causado por el asunto de
los cocaleros, sí gira en torno a él”.
Recuerda LaRouche que fue la ofensiva británica de Malvinas y la
campaña angloamericana por aplastar la independencia de México lo
que sentó “las pautas que han arruinado a Iberoamérica hasta
nuestros días. En este período, además de insistir en que
el Gobierno de EU tenía que honrar el Tratado de Río prohibiendo
las operaciones militares británicas en contra de Argentina, el 2 de
agosto de 1982 produje un informe, titulado Operación
Juárez, que definió las pautas de un programa completo para el
desarrollo económico de Iberoamérica, junto con una
reafirmación de la defensa de las soberanías de las
repúblicas de las Américas congruente con los precedentes
establecidos por el secretario de Estado y presidente John Quincy Adams, y por
los presidentes Abraham Lincoln y Franklin D. Roosevelt”.
Esa política sigue en pie, dice LaRouche, pero ahora “centrada
en mi propuesta por un ‘Nuevo Bretton Woods’. . . [un
sistema proteccionista de tipos de cambio fijos] en el espíritu de la
intención” de Roosevelt. “Esta última política
ha sido adoptada, como copia explícita de mi propuesta, en una
resolución del Parlamento de Italia. Hay una lista creciente de
distinguidos firmantes de muchas otras naciones”. El sistema
monetario–finaciero mundial está a punto de desintegrarse, y lo
único que puede salvarnos, dice, es que EU emprenda las reformas
necesarias. Semejante cambio en la política de EU puede “mejorar
súbita y drásticamente la situación de América
Central y del Sur”.
El gran peligro, dice, es el pesimismo cultural. Los pueblos de
América necesitan saber “que el mundo sabe de su situación
—de los peligros y de las posibilidades esperanzadoras—, y necesitan
saber que el mundo no los ha pasado por alto, ni a sus dificultades ni sus
esperanzas”. El opresor no es EU, sino “una jauría de
inescrupulosos pro fascistas creada por los liberales angloholandeses (tanto de
Europa como de Iberoamérica), de cuya garra estoy decidido a liberar a mi
nación, y también a la tuya”.
LaRouche añade: “Debes considerar el hecho de que buena parte
del mal que se le ha hecho a las naciones y a los pueblos de América del
Sur y Central lo hicieron los nazis, incluyendo nazis hispanos de España
que infectaron mucho a las naciones de América Central y del Sur en el
intervalo de 1936 a 1945, y quienes fueron revividos por una infusión de
nazis embarcados a estas naciones desde Europa, especialmente a través de
la España de Franco en el período posterior a 1945. La dictadura
de Pinochet y el genocidio de la Operación Cóndor en la
región del Cono Sur son emblemáticos. Los que están
detrás del tipo de opresión que expresan el régimen de Bush
y Cheney hoy, son los mismos intereses financieros internacionales que llevaron
al poder a Mussolini, a Hitler y a Franco en Europa, que inyectaron los
movimientos fascistas en Iberoamérica en los 1930 y después, y que
controlaron a la pandilla derechista como la que estuvo detrás del
presidente estadounidense Truman, y que hoy está detrás de Bush y
Cheney. Incluye, de manera notable, esa corriente autodescrita como
“liberal imperialista” de la Sociedad Fabiana británica, la
cual hoy representa Tony Blair”.
Toda América debe ayudar a LaRouche a lograr el objetivo de librar a
EU de la jauría pro fascista para lograr su propia
liberación. |