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LaRouche hablará el 16 de noviembre;
el MJL organiza en Washington
por Rachel Brown
Washington (EIRNS)Cuando Lyndon LaRouche habla por internet u ofrece un discurso importante en cualquier parte del mundo, las cosas cambian. Eso es lo que está por ocurrir este 16 de noviembre a la 1 de la tarde (hora del este de Estados Unidos), cuando LaRouche se dirigirá una vez más al mundo por www.larouchepub.com/spanish, en una alocución que contará con interpretación simultánea al español. Y ése era también el potencial de lo que pasó el 12 de octubre de 1988, cuando LaRouche pronosticó desde Berlín el desplome del régimen soviético, preparándole el terreno a la oportunidad de emprender el desarrollo económico conjunto de Europa Occidental y Oriental, y a una nueva era de prosperidad mundial.
El 12 de octubre de 2005, otro discurso de LaRouche, mismo que dio desde la capital estadounidense, abordó un momento diferente de la historia, y el potencial de vivir un desastre o un desarrollo mayores, dependiendo más que nada de si la gente escuchó y atendió su consejo.
En ocasiones Washington, D.C., es como una comunidad dominada por la presencia del Gobierno de EU. Hay chismorreo, modas, debates tras bambalinas y cosas parecidas. A la mayoría de sus protagonistas, y a los "extras", les importa más lo que les escuchen decir que hacer algo por cambiar la historia. La consecuencia de esta conducta la ves todo el tiempo en tu televisión o en los periódicos: la política está llena de aire caliente, pero carece de empuje verdadero.
De modo que LaRouche llegó al pueblo, junto con 90 jóvenes, y preparó todo para dar un discurso centrado, no en la verborrea, sino en principios; no en fantasías ni en poses, sino en principios. Llegamos con miles de folletos, volantes, ejemplares del periódico y, esta vez, con cuñas de radio en la principal radiodifusora de noticias de la capital, para anunciar la presentación y nuestra presencia. Y con nuestra presencia, y la multitud de reuniones que entablamos en el Congreso y otras partes, las cosas cambian, como han venido cambiando por aquí con estos "días de acción".
Estamos para instruir a la élite política resolviendo problemas. ¿Qué clase de problemas? Los que dejó ver la primera pregunta de la presentación del 12 de octubre pasado, que vino de un "político demócrata". Al preguntar qué flanco podían aprovechar los demócratas para causar mella, hizo como que no veía el "elefante" del que tratan todos nuestros impresos y del que hablamos en nuestras reuniones: ¡Dick Cheney! Como LaRouche le dice a todo el que escucha, la solución económica no es algo que desconozca. Y también conoce el lado flaco del Gobierno de Bush: cómo está perdiendo la guerra en Iraq, perdiendo el apoyo para esa guerra; el desastre de Katrina; los encausamientos de Tom DeLay, Jack Abramoff y Larry Franklin; la reciente investigación de la oficina de Cheney que conduce el fiscal federal Patrick Fitzgerald; etc. Entonces, ¿por qué pregunta eso?
Porque le falta lo mismo que a John Kerry: agallas, la disposición, como Hamlet la describió, de salir de la comodidad acostumbrada, de ir a "la ignorada región de cuyos confines ningún viajero retorna". ¡Inmortalidad!
La presencia en sus oficinas de jóvenes que les presentan animaciones económicas, que interrumpen su viaje de camino a casa en el metro con cantos revolucionarios y con sus volantes, que cuando salen de sus oficinas para tomar el metro se topan con ellos, y con tres banderas de EU y una manta que anuncia la alocución de LaRouche por internet al tiempo que escuchan cantos más cantos, y así sucesivamente. Esto crea un efecto que no puede describirse de manera lineal. Tom DeLay también es un ser humano, y no le gusta LaRouche porque le recuerda su humanidad. A Frank Lautenberg quizás le caiga bien LaRouche, porque la agarró contra Dick Cheney.
La política aquí y en otras partes tiene cierta dinámica en la que, al crear un ambiente de controversia y optimismo, detectas a los impostores y los disidentes salen a flote. Así que aún están por sentirse a cabalidad las repercusiones de la intervención más reciente de LaRouche, y ni qué decir de la que efectuará este 16 de noviembre.
Busca las singularidades en los noticieros, y pregúntate: ¿cómo es que esta persona, que llega a casa de noche y se lava los dientes después de comer Cheetos y leer un libro, llega a la decisión de actuar como lo hace? ¿Qué te inspira a hacer algo que da bastante miedo hacer? Luego piensa en el principio universal del cambio, en la característica autoevolutiva del universo. ¿Qué es lo que permite que ocurra del cambio?
Cambio es lo que el MJL está efectuando en Washington, y en el mundo. No olvides escuchar a LaRouche este 16 de noviembre a la 1 de la tarde (hora del este de EU) por www.larouchepub.com/spanish.