Economía






Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIII, núm. 7

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LaRouche dice ‘México ocupa una posición histórica entre los Estados de las Américas’

 

por Valerie Rush

A menos de tres meses de las elecciones presidenciales en México, y en medio de un debate cada vez más candente tanto en ese país como en Estados Unidos sobre la política migratoria, el estadista norteamericano Lyndon H. LaRouche regresó a la ciudad de Monterrey, en el estado fronterizo de Nuevo León, invitado como expositor al Vigesimoséptimo Simposio Internacional de Economía por el prestigiado Instituto Tecnológico de Monterrey. En su ponencia el 30 de marzo y en sus presentaciones posteriores ante estudiantes y dirigentes políticos y empresariales, al igual que en sus entrevistas con los medios de difusión (ver Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIII, núm. 6, y el resto de este reportaje), LaRouche, quien antes había estado en Monterrey en marzo de 2004, imprimió el contenido programático necesario que había estado ausente en el debate electoral, no sólo en México, sino en toda la región y, de hecho, en un mundo a punto de experimentar un cataclismo económico y político sin precedentes.

LaRouche recalcó, una y otra vez, que en los próximos tres meses hará erupción un volcán financiero que podría redefinir el mapamundi político (ver editorial). Ante esa realidad, lo decisivo será, no la personalidad de los que ahora contienden por la Presidencia de México —cuya capacidad de responder, en cualquier caso, está muy limitada por la soberanía que de hecho ha perdido el país con la globalización—, sino más bien las políticas de cooperación y desarrollo económico tan urgentemente necesarias para sobrevivir y sobreponerse a los embates venideros.

En términos específicos, LaRouche subrayó la necesidad de que el sector público haga grandes inversiones en sistemas de transporte, energía y agua, lo que tendría efectos benéficos —tecnológicos y financieros— en la industria y en la agricultura, y también redundaría en la creación de millones de nuevos empleos con tanta urgencia necesarios. Al respecto, LaRouche puso de relieve el renovado interés internacional que hay en el avance rápido de la energía nuclear, al tiempo que insistió que la fuerza del átomo no sólo es necesaria para remplazar al petróleo —que debe explotarse más como materia prima para procesos químicos, y menos como combustible—, sino también para la desalación de agua de mar, lo que es apremiante para resolver la gran escasez de agua en México y en muchas otras partes del mundo.

En cuanto a México

Durante su gira por Monterrey, que tuvo lugar del 28 de marzo al 2 abril, LaRouche enfocó en la necesidad de que haya una cooperación transfronteriza entre México y EU en proyectos de esa clase, como un medio para atender los intereses que tienen en común ambas naciones, y de relajar las tensiones que hay en torno a la cuestión de la migración, asunto que no puede resolverse de forma independiente del desarrollo económico a ambos lado de la frontera.

En una reunión pública que tuvo lugar el 31 de marzo, LaRouche dijo sobre el asunto de la migración: “No te preocupes por el problema de los mexicanos en EU. Ése es un asunto consular; no es el problema. El meollo son los estados en el norte de México, donde la falta de desarrollo presenta un problema para ambos países. Por tanto, está en el interés de EU, por razones prácticas, ayudar a México en ciertos proyectos que permitirán que los estados en el norte de México resuelvan su problema”.

“Lo que yo creo —añadió— es que casi siempre hay una solución diplomática, y siempre requiere del desarrollo. Siempre tiene que ver con elevar a la gente, de condiciones peores de vida a condiciones mejores. Significa educación, significa la capacidad de los gobiernos locales en México de ayudar a su propia gente. Significa hacer feliz a la gente, y hacerla feliz en verdad cura muchos problemas”.

LaRouche participa el 30 de marzo en el Vigesimoséptimo Simposio Internacional de Economía del Instituto Tecnológico de Monterrey, en México. (Foto: Sergio Oswaldo Barbosa García/EIRNS).

LaRouche hizo hincapié en la relación de trabajo que tuvo con el difunto ex Presidente de México, José López Portillo, allá por 1982, cuando México, dijo LaRouche, “todavía tenía soberanía”. López Portillo actuó con valentía al tratar de poner en práctica medidas de desarrollo acordes a los planteamientos propuestos por LaRouche, pero fue derrotado. “Desde entonces, a México le han quitado el control soberano de su propio sistema crediticio, y el sistema bancario lo han tomado extranjeros con inclinaciones depredadoras”, dijo LaRouche. Hoy hay un nuevo ánimo de colaboración entre los diferentes Estados de las Américas, y esta “tendencia hacia la cooperación y la ayuda mutua en Sudamérica” es muy importante para México, dijo. “México tiene una posición histórica significativa entre los Estados más importantes de las Américas”.

La creación del futuro

Otro elemento clave de los discursos de LaRouche en México giró en torno al asunto de organizar a la juventud para que recupere su futuro. Habló del Movimiento de Juventudes Larouchistas (MJL) que está levantando a nivel internacional, de jóvenes en su mayoría de entre los 18 y 25 años de edad, que están comprometidos a educarse a sí mismos para convertirse en los líderes del mundo del mañana, a fin de contrarrestar la desmoralización rampante y la pobre educación que padece su generación.

“Antes que nada —dijo LaRouche—, ellos son el futuro, son el futuro de la política. De invertir en México, tienes que invertir en el futuro de estos jóvenes, porque todas tus inversiones importantes en México, inversiones de capital, tienen una vida de 25 o 50 años: una planta nuclear es una inversión a 30 años, a 35 años; los sistemas hidráulicos, 50 años. ¿Quién va a hacer esto?

“Estás hablando de una sociedad que estará bajo la gestión de jóvenes que hoy tienen entre 18 y 25 años de edad. . . No sólo una generación que vivirá en el futuro, sino una que ¡creará el futuro!”

Una de los discursos más memorables de LaRouche fue el que pronunció ante casi un centenar de miembros y simpatizantes del capítulo mexicano del MJL, y de algunos visitantes del MJL de Argentina, EU y Canadá. Luego del discurso hubo un diálogo de dos horas y media de duración, que trató desde la composición musical y la investigación científica, hasta los desafíos prácticos de organizar a los conciudadanos de uno, la historia del Estado nacional moderno, y más. Muchos de los jóvenes presentes asumieron el compromiso de forjar un MJL continental como la mejor manera de asegurarse a sí mismos un futuro.

La noticia de la visita de LaRouche a México recibió mucha difusión en los medios, e incluyó su participación en el programa noticioso de televisión de mayor sintonía en Monterrey el 29 de marzo. El programa, que se sintoniza en casi todo el norte de México y en Texas, EU, contó con un segmento de ocho minutos de una entrevista de una hora que LaRouche le concedió al connotado conductor de televisión Héctor Benavides. En dicha entrevista, que se transmitó en su totalidad el domingo 9 de abril, y que también podría sintonizarse en todo el mundo en el sitio de internet www.multimedios.tv, LaRouche advirtió que probablemente habrá una desintegración financiera internacional antes de las elecciones mexicanas en julio, lo que redifiniría las perspectivas del electorado.

Los diarios regiomontanos El Norte y Milenio informaron que LaRouche dijo que se sentía optimista de que, si podemos cambiar la política de EU, el orgullo nacional histórico de los mexicanos puede surgir de nuevo. En cuanto a sus propuestas programáticas, El Norte informó sobre la recomendación de LaRouche de que, de lograrse llevar agua del sur al norte de México, y de reactivarse los planes de construir plantas nucleares para la generación de electricidad, la región del norte puede ser productiva de nuevo, lo que reduciría la necesidad de emigrar.