Reportaje especial

Resumen electrónico de EIR, Vol.XXIV, núm. 10

Versión para imprimir

Regrese al inicio

 

Reportaje especial

Segundo diálogo de LaRouche con sindicalistas de Iberoamérica

La globalización es igual a fascismo; ¡urge el Nuevo Bretton Woods!

 

Lyndon LaRouche, ex precandidato presidencial del Partido Demócrata de Estados Unidos, y Agustín Rodríguez, secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de México (STUNAM), sostuvieron un diálogo público vía internet con dirigentes sindicales de Argentina, Chile y Perú el pasado 14 de junio. Anteriormente el ingeniero Rodríguez y LaRouche convocaron a su Primer Diálogo Internacional, que se llevó a cabo el 9 de noviembre de 2005, en el que también participaron sindicalistas de los mismos tres países (ver Resumen ejecutivo de la 1ª quincena de enero de 2006).

En este intercambio del 14 de junio que se difundió por los sitios www.larouchepub.com/spanish y larouchepac.com —en los que todavía está disponible la videograbación— participaron Hugo Moyano, secretario general de la poderosa Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT); Yasmir Fariña Morales, vicepresidenta de la Federación de Asociaciones de Funcionarios de la Universidad de Chile; Carlos Gallardo, decano del Colegio de Profesores del Perú; Salvador Fernández, secretario adjunto de la Asociación del Personal del Organismo de Previsión Social (APOPS), afiliada a la CGT; Erik de León, del Movimiento de Juventudes Larouchistas (LYM); y Ronald Moncayo, de la larouchista Junta Internacional de Comités Laborales, quien fue el moderador de la ciberconferencia.

El encuentro, que se tituló “La globalización es igual a fascismo; ¡Urge el Nuevo Bretton Woods!”, no fue un mero ejercicio académico. STUNAM está organizando en México una rebelión sindical contra el Gobierno de Felipe Calderón y su pretensión de privatizar las pensiones y las prestaciones de salud de los empleados públicos, planes anticonstitucionales que son un primer paso para quitarles todos sus derechos de los trabajadores en nombre de la “reforma estructural” y la “globalización”. En un intento por pescar a los sindicalistas más débiles, en vísperas del Segundo Diálogo convocado por Rodríguez y LaRouche, el Gobierno de Calderón le hizo una “oferta” formal a los dirigentes laborales.

Aunque 60 personas estuvieron en la sede de la STUNAM para el encuentro, al mismo tiempo tenían lugar otras cinco reuniones en el edificio para definir la pelea contra Calderón.

LaRouche y Rodríguez iniciaron el diálogo y respondieron a preguntas, como se detalla más adelante. Los otros participantes hablaron sobre la esencia de la batalla por restablecer en todos los países sistemas de previsión social regentados por el Estado, que puedan defender el bienestar general. La mayoría recalcó lo importante de participar en diálogos a escala continental como éste, que infunden la esperanza de que la miseria puede vencerse.

Yasmir Fariña Morales, desde Santiago de Chile, feli-citó a Rodríguez en nombre de la FENAFUCH, por la gran lucha iniciada por su sindicato en México, y le dio las gracias a la organización de LaRouche por organizar el encuentro, “que nos ha permitido salir al mundo y mostrar una realidad que se esconde desde los propios políticos”. Dijo que la “precarización del empleo”, que resulta de la concentración del poder económico con los fondos de pensiones privatizados (AFP) impuestos en Chile por la dictadura de Augusto Pinochet, desgraciadamente aún sigue vigente. “Hemos quedado esclavos de un sistema sin posibilidades de poder mejorarlo, pues el actual proyecto de reforma previsional solamente está dando carácter legítimo a un sistema impuesto bajo un gobierno de la dictadura”. Hay una gran porción de trabajadores chilenos “que, por sus bajos sueldos, no van a acceder a una pensión digna al momento de jubilarse”.

Rodríguez, Moyano, LaRouche

Lyndon LaRouche sostuvo un diálogo continental con importantes dirigentes sindicales iberoamericanos el 14 de junio, entre ellos Agustín Rodríguez, secretario general del STUNAM (izq., arriba), quien participó desde México, y Hugo Moyano, secretario general de la CGT (izq., abajo), desde Argentina. “Nos encontramos en uno de los momentos más emocionantes y peligrosos de la historia moderna. El sistema financiero económico mundial inevitablemente desaparecerá de aquí a poco. La pregunta es: ¿con qué lo vamos a remplazar?” (Fotos: EIRNS; CGT).

Desde Lima, el profesor Carlos Gallardo informó que los maestros organizados en el SUTEP realizaban un paro de 24 horas, mientras que los docentes de las universidades públicas de Perú llevan a cabo una huelga indefinida. “Hay miles de niños que aún no inician sus procesos educativos; y no es que no haya dinero, porque estamos, incluso, pagando la deuda externa por adelantado. Hay dinero, pero no hay voluntad política”, dijo Gallardo. “Nuestra lucha por desafiliarnos de la AFP nos hace recordar lo que están diciendo los compañeros mexicanos, argentinos y chilenos en esta conferencia internacional”, añadió. “Nuestros problemas son comunes y nuestras alternativas tienen que ser conjuntas, como lo manifiestan Lyndon, Agustín y Yasmir”.

Hugo Moyano, el secretario general de la CGT, quien habló por teléfono desde Mar del Plata, Argentina, llevó un mensaje de optimismo. En Argentina han logrado que casi un millón de trabajadores estén recuperando la posibilidad de recurrir al Estado para su jubilación, dijo. Moyano también exteriorizó que compartía “totalmente” lo que había dicho LaRouche sobre los británicos y Pinochet.

El asunto central que motiva a los que participaron en el encuentro lo resumió Erik de León, al responder a una pregunta que llegó desde Alemania, de que si no era exagerado decir que la globalización es igual a fascismo. De León dijo que el LYM topa con la misma duda cuando organiza “en las universidades, en las calles, en las propias discusiones con los sindicalistas o con los congresistas. Sí tienen esa idea también aquí en México” de que “fascismo” es un mero calificativo. El error, dijo, viene de asociar el concepto de fascismo con una persona, Hitler, digamos. Pero el fascismo es “una estructura de pensamiento que viene de un respaldo filosófico” específico, que en México cobra expresión en el gobernante Partido Acción Nacional y sus líneas hacia Europa. El mismo fenómeno lo vimos con Napoleón en Francia; es un sistema que tiene raíces históricas, y que mata a la gente, incluso quitándoles el pan de la boca.

Rodríguez añadió que el sistema de la globalización conduce al “exterminio de la parte más débil, de los sectores más débiles; y ahí es donde encontramos ese símil entre lo que es el fascismo y lo que es la globalización”.

El dirigente sindical mexicano concluyó con una invitación para realizar un tercer encuentro internacional.

* * *

Moncayo: Muy buenos días a todos los auditorios que nos están viendo alrededor del planeta. Estamos el día de hoy reunidos nuevamente para entablar un segundo diálogo entre el economista y político estadounidense Lyndon LaRouche y uno de los líderes laborales más importantes de México, el ingeniero Agustín Rodríguez, que es el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM). Desde la Ciudad de México, desde el auditorio de la Casa del Pueblo, que así se ha denominado este auditorio, les enviamos un saludo a todas las personas en las instituciones que están en sintonía con nosotros.

Déjenme anunciar cómo va a ser el programa de este mediodía. En primer lugar vamos a tener la participación del señor Lyndon LaRouche. Después de la participación de él, vamos a tener la intervención de Agustín Rodríguez, que está por llegar al auditorio en unos minutos más. Y, posteriormente, tendremos la participación también de nuestra invitada especial para esta mañana, que es la doctora Yasmir Fariña, desde la ciudad de Santiago de Chile. Algunos otros auditorios también estarán presentes, en particular desde la Confederación General de Trabajadores (CGT) de Argentina, así como otros líderes argentinos y, probablemente, algunos otros auditorios adicionales que tenemos en la ciudad de Lima, Perú, y también en otras partes del continente que iremos anunciando en la medida que transcurra este evento.

Quiero mencionar que dentro de México hay otros auditorios también donde se están concentrando líderes políticos, académicos en algunas universidades y en algunos centros del propio sindicato de la universidad, para participar en este debate, en este diálogo que hemos titulado “Globalismo es igual a fascismo”; y se hace un llamado para crear un nuevo orden monetario y financiero internacional, tal cual Lyndon LaRouche lo ha venido planteando.

Estamos muy contentos que el señor LaRouche viene de un viaje exitosísimo para la humanidad, al conformar una nueva geometría política mundial. Él viene de un viaje a Rusia, donde estuvo invitado por la Academia de Ciencias, y también desde Italia, donde participó en el Senado en una comisión especial, para dar testimonio de la urgencia de crear este nuevo orden ante el embate completamente loco del liderato actual de los Estados Unidos, particularmente de toda esta camarilla de Dick Cheney, George Bush y todos los sicarios que a nivel internacional trabajan por destruir las naciones.

Quisiera anunciar también que participará en este diálogo el representante de Lyndon LaRouche para Iberoamérica, el economista Dennis Small. Contamos en estos momentos en el auditorio con la presencia de algunos representantes laborales de la Universidad Nacional Autónoma de México, así como, por supuesto, con los re-presentantes y los miembros del Movimiento de Juventudes Larouchistas (LYM).

Señor LaRouche, muy buenos días desde la Ciudad de México, y esperamos escucharlo atentamente. Adelante, por favor.

[volver] LaRouche: ¡Sí podemos hacerle frente a los problemas!

Lyndon LaRouche: Muchas gracias. Como dijo Ronald, acabo de regresar de un viaje muy importante. Estuve en Rusia para participar en una discusión muy importante, en ocasión del cumpleaños de un prestante economista —cumplía 80 años—, una visita en la que también sostuve entrevistas de cierta importancia en la televisión y otras partes en Moscú.[1] Luego siguió una visita de tres días a Italia, donde presenté testimonio ante la Comisión de Defensa del Senado de Italia sobre algunos de estos asuntos, y también sostuve varios intercambios igual de importantes.[2]

’La única oportunidad real que tenemos’

Su importancia es ésta: nos encontramos en uno de los momentos más emocionantes y peligrosos de la historia moderna. El sistema financiero económico mundial inevitablemente desaparecerá de aquí a poco. La pregunta es: ¿con qué lo vamos a remplazar? Ésa es la interrogante. El sistema monetario internacional en su forma actual está en la quiebra sin remedio; no puede reformarse. Hay que remplazarlo. Lo que hay que hacer, en esencia, es crear un nuevo sistema monetario, y lo que propongo es lo siguiente: que si Estados Unidos —y esto no es imposible— le propusiera a Rusia, a China y a India copatrocinar la formación de un nuevo orden monetario–financiero internacional, podría hacerse.

El problema es que la mayoría de las naciones, tales como las de Europa Central y Occidental, y de otras partes del mundo, no pueden actuar de manera independiente, tomar la iniciativa. Sin embargo, si EU y Rusia, que son dos de las naciones más grandes del mundo desarrollado, o antes desarrollado, se combinan con China e India, que son las dos naciones asiáticas que representan la porción más grande de la población mundial, entonces se tiene una combinación que puede darle protección a las naciones de Sudamérica, por ejemplo, y de Europa y demás, para que actúen en conjunto. Ésa es la única oportunidad real que tenemos.

Kissinger y Pinochet

Henry Kissinger departe con el finado dictador chileno Augusto Pinochet. LaRouche describe cómo este par está implicado en el superescándalo de BAE, que demuestra la ofensiva británica por hacerse del dominio imperial mundial.

No es imposible que pueda inducirse a EU a hacer eso, aun en las condiciones actuales. Al presente tenemos a Dick Cheney, por supuesto, en una posición muy vulnerable. Ha ocurrido un suceso reciente desde que regresé de Europa, que es el llamado escándalo de la firma BAE, en el que está implicado alguien que algunos de ustedes conocen: Pinochet, quien ya partió, pero sus reliquias quedan. Pinochet estaba metido en este escándalo, y él, por supuesto, era un fascista. Fue patrocinado por ciertas personas de EU y también de Londres, y en sus últimos años se volvió prácticamente un agente británico abierto. Pero también George Shultz en California, que fue uno de los que patrocinó el golpe de Pinochet junto con Félix Rohatyn, un banquero con proclividades fascistas que fue el banquero clave en esta operación. Y, por supuesto, Henry Kissinger funcionó en apoyo a esto en su papel de secretario de Estado.

Ésta es la naturaleza de la situación.

Lo que pasa es lo siguiente: BAE en esencia representa una institución imperial británica que ha cobrado más y más poder en distintas partes del mundo, y ha tratado de obtener un creciente control sobre EU mismo. Lo que ha pasado ahora es que al príncipe Bandar de Arabia Saudita, que ha sido por mucho tiempo un agente de estos círculos, se le ha desenmascarado como parte de esta operación. Tenemos ahora una crisis en marcha de implicaciones incalculables a escala planetaria. Ésta no es una crisis de finanzas, no es un escándalo financiero como tal, no es un escándalo en el sentido ordinario. Es una crisis para ver quién va a dominar el mundo. ¿Será un grupo de naciones? ¿O será el nuevo Imperio Británico que emerge, o que reemerge, porque nunca desapareció, que toma control de EU y establece su dominio mundial mediante la globalización? Por ejemplo, por medio de BAE, que es una manera de asumir el control de las capacidades militares del mundo, con una organización imperial británica, una organización casi privada, pero imperial de todas maneras. En Sudamérica hemos visto recientemente acontecimientos interesantes y positivos. En parte por la iniciativa de lo que ha pasado en Argentina, que fue decisiva en esto, se han juntado los países de Sudamérica en lo que no es un bloque consolidado, pero sí una opción muy prometedora, y forma parte de la solución.

Por tanto, lo que tenemos que hacer es lo siguiente: el actual sistema monetario–financiero internacional está en quiebra; no hay manera de que pueda reformarse por cuenta propia y sobrevivir. Cualquier intento de mantener este sistema significa una desintegración total en una nueva Era de Tinieblas, parecida a la de la Europa del siglo 14, con el desplome de algunos de los bancos lombardos de entonces. Eso fue lo que pasó.

Por tanto, la solución es establecer un nuevo sistema monetario–financiero internacional. Eso puede hacerse basándose en las cláusulas especiales de la Constitución estadounidense. Recuerden que el sistema estadounidense no es un sistema monetarista. Más bien es un sistema de crédito fundado en la autoridad constitucional que tiene el Gobierno de EU para emitir y controlar su propia moneda. En otras partes del mundo el sistema financiero nacional lo ha controlado en gran medida el sistema liberal angloholandés, a través de redes de bancos privados llamados bancos centrales que, de hecho, ordenan y controlan gobiernos.

Entonces, hay un sistema financiero económico imperial mundial centrado, en general, en el Imperio Británico desde febrero de 1763. En contra de esto, el único sistema de alguna importancia que sobrevive hoy, en tanto alternativa, es el que dispone las cláusulas constitucionales de EU, que establecen al dólar como un mecanismo de crédito del Gobierno de EU. Es decir, en nuestro sistema, cuando funciona, lo que no siempre ha sido el caso, obviamente, generamos crédito a través de un voto del Congreso, especialmente de la Cámara de Representantes. El Presidente de EU luego actúa fundado en la autoridad de esta ley federal para emitir moneda como crédito de EU mismo.

Ahora bien, la función principal de este crédito no es nada más imprimir dinero; es crear fondos de capital para inversiones de capital a largo plazo, en especial en el sector público, pero con efectos secundarios para el sector privado. En el sector público, sobre todo en grandes obras de infraestructura para los estados y para el Gobierno federal. Este crédito en general se emite por un período de 25 a 50 años en la economía moderna.

Tenemos un sistema monetario–financiero internacional que no funciona. Pero, si EU afirma su Constitución y hace acuerdos con las tres otras naciones patrocinadoras principales, y con otras naciones, entonces podemos crear de inmediato un nuevo sistema monetario internacional, y someter al actual a una reorganización por bancarrota para mantener la continuidad de las funciones esenciales, y poner en marcha un programa de crecimiento económico neto y de desarrollo. El meollo de esto a largo plazo serían las inversiones en infra-estructura económica básica y en el desarrollo de las economías de diferentes partes del mundo. Un conjunto de tratados de cooperación de 25 a 50 años para la formación de capital, para que el mundo crezca, como era la intención de Franklin Delano Roosevelt, de haber vivido al terminar la guerra.

MAPA 1
El Puente Terrestre Mundial

Mapa del Puente Terrestre Mundial

Fuente: EIR.

Una pugna entre dos sistemas

Ésa es nuestra opción. Si hacemos eso, podemos salir del lío en el que nos encontramos. Si no llevamos a cabo una reforma semejante, no hay esperanza para la civilización y el caos será inevitable. Ninguna parte del mundo podrá resistir los efectos de reacción en cadena de un desplome de la economía estadounidense ahora. El desplome del dólar significaría un desplome de todos los dólares y de los reclamos respecto al dólar en todas partes del mundo. China se iría a la quiebra; India también;

Europa quebraría. Así que, al presente, no hay manera de que EU se desplome y el resto del mundo sobreviva. No hay manera. Por tanto, tenemos que reformar a EU de forma congruente con su propia Constitución, ofreciendo cooperar con otros países, y en especial con los principales, para establecer un nuevo sistema mundial, una nueva versión del viejo sistema de Bretton Woods, que permita programas de recuperación de 25 a 50 años de inversión a largo plazo en el mundo entero.

Por ejemplo, tenemos el caso de Sudamérica, donde ahora ha surgido este Banco del Sur, un suceso muy positivo. Un banco como éste, de operar con la protección y el apoyo de una reforma internacional tal, podría generar su propia inversión de crédito a largo plazo a lo interno de Sudamérica, para proyectos que, obviamente, son necesarios. Tenemos una situación frágil en Sudamérica, algunos acuerdos muy buenos, pero también muchos problemas. Y, por tanto, tenemos que resolver esos problemas encontrando una solución positiva común que una a la gente en torno a las opciones para el bien, es decir, los beneficios, en vez de pelearse unos con otros por las discrepancias. Y esto es posible. Ésta es la situación que enfrentamos hoy.

En cuanto a EU, la crisis de BAE, el escándalo que entraña a la industria armamentista o el monopolio armamentista de Gran Bretaña, no es, como ya dije, simplemente una crisis monetaria o un escándalo. Es una contienda entre dos sistemas: la raza humana y el Imperio Británico. Lo que tenemos aquí es una institución de la monarquía británica, BAE, que está usándose para dominar los asuntos militares del mundo como un monopolio de poderío militar. Esto ocurre cuando de EU y Gran Bretaña emerge una política vinculada con el nombre de Dick Cheney, el vicepresidente, desde que era secretario de Defensa, y ahora vicepresidente y casi presidente en funciones de EU. Esta política, respaldada por el conocido George Shultz, recordado por su apoyo a Pinochet, se llama una “revolución en los asuntos militares”. El objetivo es establecer un imperio mundial de poderío militar. Dicho imperio estaría fundado en eliminar las fuerzas terrestres regulares de las naciones, es decir, los ejércitos nacionales, y remplazarlos con ejércitos privados. Pero a la vez, en controlar el planeta poniendo armas en el espacio que pueden lanzar proyectiles desde allí sobre cualquier lugar del planeta que no cuente con la aprobación de las autoridades imperantes, y usar el poderío naval de forma menguante para lo mismo.

Vemos la amenaza de un imperio mundial, de un nuevo Imperio Británico, de hecho, y lo que ha pasado con esta crisis de BAE es que ciertas fuerzas en Europa, incluso en el Reino Unido y EU, están en un estado de revuelta contra esta amenaza de imperio mundial. Ésta se expresa en parte en la resistencia que viene de militares prestantes de EU y otras partes, en contra de lo que sucede en el Sudoeste de Asia hoy día, y se expresa de otras maneras, y también en este escándalo de BAE.

El que se destapara este escándalo, de que se identificara al príncipe Bandar de Arabia Saudita como una figura clave en este fraude internacional, ha puesto todo el asunto al descubierto. Si cae Bandar, todo el sistema tendería a caer. Y hay mucha gente en EU, y alguna en el Reino Unido y también en Europa, que vería esto con buenos ojos.

maglev en Shangái

El tren de levitación magnética (maglev) que corre de Shangái a su aeropuerto es el único que funciona comercialmente en el mundo hasta ahora, pero los trenes maglev o de alta velocidad interconectarán un futuro sistema de cooperación entre Estados nacionales soberanos. (Foto: Transrapid).

Así que nos encontramos en una situación en la que el viejo sistema se ha venido abajo, un sistema podrido que ha existido en esta forma desde 1971, desde mediados de 1971. Este sistema ya cayó. No hay ninguna posibilidad de que el presente sistema monetario–financiero mundial pueda seguir sobreviviendo en su forma actual. La fecha de su defunción es incierta, pero la inevitabilidad de su muerte temprana es absolutamente segura. Por tanto, tenemos que escoger un nuevo sistema. Esto es así para la gente de Londres y otras partes que está detrás de lo que representa el escándalo de BAE, de los que buscan un imperio mundial. La globalización es una nueva forma de imperio mundial.

Nosotros, por otra parte, tenemos una opción. Si EU de-sempeña el papel para el que se le creó como república federal, y se alía con otras naciones del mundo para establecer una coalición de naciones cuya tradición es europea, cuya tradición en otros casos es eurasiática; es decir, naciones como Rusia, una nación eurasiática, no una nación europea; tiene raíces europeas, pero también asiáticas en su cultura. Tenemos también las grandes culturas de Asia que representan China, India y otras grandes naciones asiáticas. El objetivo de este planeta debió ser, desde hace tiempo, encontrar la manera de juntar estos tres sectores del mundo en alguna forma de cooperación. La cultura europea que representa, en su mejor sentido, lo que EU logró al liberarse de la tradición oligárquica. Rusia ejemplifica al grupo de naciones eurasiáticas que representa tanto la cultura asiática como la europea; y están las naciones asiáticas como China e India.

Los retos del futuro

Si podemos juntar a estas grandes culturas en un programa de recuperación económica para el planeta, ocurrirá lo siguiente. Tenemos un proyecto en ciernes, al que Rusia acaba de darle un impulso, y que yo he venido respaldando por mucho tiempo, que es construir un túnel, un túnel ferroviario desde Siberia hasta Alaska. Esto crearía un cambio planetario en las relaciones humanas del orbe. Significaría que tendríamos ferrocarriles de alta velocidad o sistemas de transporte de levitación magnética, que llegarían de Europa, no sólo a Alaska, sino que bajarían por todas las Américas. Hemos tenido esta intención por mucho tiempo: tener un sistema ferroviario integral que conecte el norte de Norteamérica con el extremo austral de Sudamérica. Del mismo modo, pasando por el Sudoeste de Asia y a través de Europa hasta África, podríamos, en el futuro inmediato —no necesariamente en mi vida, pero después—, unir las partes principales de este planeta en nuevas formas de cooperación económica, como Estados nacionales soberanos vinculados por transporte ferroviario de alta velocidad o de levitación magnética. Habríamos cambiado al mundo, de uno dominado por la fuerza marítima, a uno dominado por el desarrollo de regiones terrestres o regiones terrestres pobladas.

Este gran cambio está ante nosotros. Existen nuevas tecnologías, nuevas tecnologías fundamentales como la energía de fisión nuclear, con las que podemos encarar el problema del agua, la carestía de agua dulce en el mundo. Yo estoy a favor de la energía en general. Tenemos las nuevas tecnologías de la fusión termonuclear, que son significativas porque suministran nuevos tipos de isótopos, que pueden manufacturarse en gran medida para suplir varias necesidades, y también como fuente energética. Tenemos las grandes obras, los grandes proyectos de transporte y otros para reconstruir el planeta en su totalidad, mediante un sistema de cooperación entre Estados nacionales soberanos, en gran medida vinculados por ferrocarriles internacionales de alta velocidad o de levitación magnética, para tomar todas las partes del mundo —las partes más remotas del mundo y las más desesperadas de África— y unirlas en un sistema internacional común de Estados nacionales soberanos.

Y ése es el momento en el que vivimos hoy. Por tanto, por una parte me encuentro optimista en cuanto a lo que se puede hacer, lo que se tiene que hacer. Temo lo que pueda pasarle a la humanidad si no lo hacemos. Lo que tenemos en Sudamérica, en particular, en el intento de lograr alguna cooperación entre los Estados del continente sudamericano, es en extremo importante, porque establece un modelo para naciones que tienen problemas especiales de distintas clases. Los problemas de Bolivia no son los mismos que los de Brasil, aunque están relacionados. Los problemas de Colombia, de Argentina, todos tienen economías distintas, con intereses al parecer en conflicto. ¡Pero tienen un interés común que se sobrepone! Por tanto, tenemos que tomar a las naciones que tienen intereses en conflicto y juntarlas en torno a la idea de un propósito común, de una meta común para toda la humanidad. Y esta operación del Banco del Sur que ha surgido en Sudamérica es clave. Las naciones de Sudamérica sí tienen el derecho, el derecho implícito, de establecer su propio sistema crediticio, su propio arreglo bancario internacional entre Estados nacionales soberanos, para crear crédito a gran escala y regular las relaciones de las unas con las otras, sobre la base de la idea del principio del tratado de Westfalia. Es decir, que cada nación tome en cuenta el bienestar de las otras como su preocupación central. Y si todas las naciones lo ven de este modo, no tendremos un problema de cooperación con el principio de Westfalia.

Así que, ha llegado el momento en el que tenemos la peor crisis de la historia moderna; una crisis que probablemente sea peor que los problemas del oscurantismo en Europa. Estamos llegando al límite. Tenemos un sistema financiero que no se puede salvar. No podemos funcionar con el actual sistema financiero mundial; ¡no podemos! Tenemos una crisis en la que el sistema amenaza con desplomarse de varias maneras. Tenemos la crisis de BAE, que es ejemplo de ello. Por otra parte, tenemos la posibilidad, fundada en la experiencia y los deseos de gente de conciencia en muchas naciones, de juntar a las naciones en torno a un nuevo sistema monetario internacional más o menos congruente con la intención de Franklin Roosevelt, al terminar la Segunda Guerra Mundial, de construir un nuevo sistema monetario internacional fundado en un sistema de crédito, en vez de uno monetario o monetarista depredador.

Tenemos tecnologías y proyectos específicos que, o ya existen, o pueden perfeccionarse. Podemos unir a todo el planeta basándonos en el mismo principio que celebra el tratado de Westfalia de 1648. Es hora de regresar a eso.

Ése es mi mensaje por el momento.

[volver] Agustín Rodríguez: Alto a la privatización del Seguro Social en México

Moncayo: Tenemos el gusto y el honor de presentar a Agustín Rodríguez, para que nos hable sobre cuál es la problemática de esta situación globalista en México. En particular, hace poco se aprobó en México una ley de privatización de la seguridad social para los trabajadores que sirven al Estado [ISSSTE], y esta ley ha violado absolutamente cualquier tipo de dignidad de los trabajadores. El ingeniero Agustín Rodríguez, como líder de la Universidad Nacional Autónoma de México, pero también como componente del comité ejecutivo de la Unión Nacional de Trabajadores de México, ha venido desarrollando una serie de actividades para denunciar las violaciones y el carácter, el rasgo verdaderamente antidemocrático, fascistoide, de este tipo de reforma, que se viene imponiendo en México y en todo el continente.

Agustín Rodríguez

Ingeniero Agustín Rodríguez, secretario general del Sindicato de
Trabajadores de la Universidad Autónoma de México.
(Foto: EIRNS).

Agustín Rodríguez: Muchas gracias. Muy buenas tardes. Me incorporo con un poco de retraso a la conferencia y ofrezco una disculpa. Pero hoy era un día importante, porque precisamente por los reclamos que hemos venido desarrollando como Unión Nacional de Trabajadores, y en lo particular como el Sindicato de Trabajadores de la UNAM, sobre esta nueva ley que se ha impuesto recientemente a los trabajadores al servicio del Estado, y que cambia totalmente el contexto social y económico de los trabajadores, principalmente en el enfoque de la seguridad social en México.

Hoy nos entregaron una respuesta de la Secretaría del Trabajo, de un documento que entregamos hace 8 días al secretario del Trabajo Javier Lozano, en donde expusimos y sustentamos las violaciones a la Constitución política de la República Mexicana que lleva implícita la nueva ley aprobada el pasado 30 de marzo. Y hoy nos entregaron la respuesta. De hecho, vamos apenas a analizarla desde el punto de vista jurídico y vamos a continuar con los trabajos.

Y aquí es muy oportuno atender el tema de la globalización. Si la globalización económica fuera buena para todos los seres humanos, tendríamos un beneficio generalizado mundialmente. Sin embargo, algo tiene la globalización económica, que lo único que ha propiciado, no solamente en México, sino en prácticamente todos los países del mundo, ha propiciado el empobrecimiento de los ciudadanos, el empobrecimiento y la reducción de los ingresos de todos los trabajadores. Y esto es algo que deberá analizarse en las próximas conferencias y acciones que deberán desarrollarse, porque no es solamente el hecho de mantener una postura contraria a la economía de mercado, sino que es el hecho de oponerse a una postura que ha venido generando el empobrecimiento de millones de mexicanos.

La crisis económica en México

“barrio” de trabajadores de maquiladoras

Rodríguez explica cómo el TLC y la globalización han destruido el nivel de vida en México, como lo muestra este “barrio” de trabajadores de maquiladoras en la frontera con EU.

Si revisamos en el caso nuestro en México, hace dos sexenios teníamos 18 millones de mexicanos en la fase permanente del empobrecimiento. Hoy estamos en 50 millones de mexicanos, de los cuales 20 millones están en la pobreza extrema. Todavía en este momento en nuestro país hay muchos lugares en donde la educación no puede llegar de manera expedita, adecuada, de calidad hacia todos los habitantes, aun teniendo un precepto constitucional de carácter social de mucho impacto que establece la educación obligatoria por el Estado para todos los mexicanos; y no la tenemos. Producto de esa economía tan generadora de desigualdad social, encontramos a los alumnos, que no tienen ni siquiera un lugar en donde poder tomar con la mejor condición la educación básica. Y eso es algo que se viene dando.

También tenemos el otro impacto en el caso nuestro: la educación pública no tiene el sustento real que debiera tener por parte del Ejecutivo federal. Todos los años, cada año hay que luchar para que el presupuesto no disminuya. En el se-xenio pasado, el presidente anterior, Vicente Fox, logró lo imposible: logró que el presupuesto federal para la educación disminuyera en un 0,2%, comparado con el sexenio anterior. Y eso nos habla de una concepción.

Y entonces pasamos a la otra parte, que es la de la alimentación, que es la generación de los productos agropecuarios y los productos que hasta ahora tienen un enorme déficit de desarrollo a partir de estos acuerdos que se propiciaron en el Tratado de Libre Comercio con América del Norte, en donde aquí los beneficiarios no son los mexicanos, no somos los mexicanos. Es la otra parte la que tiene la gran capacidad económica para subsidiar sus productos del campo con millones de dólares. Aquí en México se subsidia con unos cuantos millones de pesos. Y Estados Unidos violenta el Tratado de Libre Comercio (TLCAN), porque está prohibido que se subsidie al campo. Y, sin embargo, lo hacen de manera muy cínica, porque eso propicia una desigualdad en la generación de una comercialización equitativa.

Y por eso tenemos muchos productos del campo que llegan de fuera, del extranjero, aquí a México; y muchos de aquí de México que se tienen que tirar, porque se pudren al estar almacenados porque nadie los compra, porque son más caros comparados con los que vienen de fuera. Consecuencia lógica: los productos del campo mexicano no se desarrollan. Al no tener una generación de alimentos mexicanos y de productos agropecuarios, encontramos la otra etapa, que es la del alimento de animales comestibles por la raza humana, alimentados por productos transgénicos que han venido generando, y están generando, aunque dicen que esto no está demostrado. . . Pero lo que sí está demostrado es que se están generando muchas enfermedades que no existían y que ahora se siguen desarrollando, principalmente en países como México, a partir de un consumo de alimentos que están desarrollados bajo ese esquema agrícola de los productos transgénicos.

El costo social

Y luego entramos a la fase de la seguridad social, que es la parte que yo inicié y con lo que concluiré. La seguridad social en México tiene un esquema que, su nombre lo dice: es de carácter social. Ahora como se ha desarrollado nos está llevando a la individualización de las cuentas, a la generación de la subrogación de los servicios médicos asistenciales. Y esto siempre lleva a un camino, al camino de la economía del mercado, de la ley de la oferta y la demanda, para el caso de los servicios médicos asistenciales y el caso de los fondos de pensión de jubilación. Nosotros estamos convencidos de que la lucha que estamos promoviendo en la organización sindical, junto con otras, no es una lucha de hoy que terminará mañana. Es una lucha de largo alcance, de largo plazo, que no solamente está inscrita en la fase de la lucha contra la nueva ley impuesta en el ISSSTE, sino en la fase de una lucha en contra de esto que se ha identificado como reformas estructurales.

Esas reformas estructurales son lo que se quiere propiciar o abrir en México para generar todavía una mayor explotación y un mayor enriquecimiento de los dueños del capital. Está en puerta una reforma hacendaria, y viene todavía en su proceso de discusión: la reforma a la Ley Federal del Trabajo.

En la reforma a la Ley Federal del Trabajo hay un artículo que es el que le interesa al sector empresarial. El Artículo número 35, que establece las formas de contratación de los empresarios hacia los trabajadores. Y esa forma de contratación es la del contrato temporal, la del contrato por aprendizaje. Esa forma de contratación propició en los años 1960–1970 una enorme explotación de los trabajadores. De tal forma que, en 1971, se logró reformar ese artículo y cancelar esa forma de explotación y de contratación para los trabajadores en México.

Ahora mismo ese tema es el que se quiere reabrir. ¿Para qué? Para generar flexibilización en la contratación, lo que cancelará la seguridad social total y absoluta, prestaciones económicas y sociales, contratos colectivos, sindicatos. Porque con la contratación temporal de tres meses, de cuatro meses, y con una gran oferta de mano de obra, evidentemente que hoy contratarán a un trabajador, y dentro de tres años a lo mejor lo vuelven a contratar. Y esto cancela todo tipo de seguridad social y de defensa del interés de los trabajadores.

Dimos un buen debate en la Legislatura pasada y logramos sensibilizar a la parte obrera que estaba en la Cámara representada en la Comisión de Trabajo, y logramos que eso no se tocara. Pero ése es el punto nodal de la reforma, porque eso permite generar la flexibilización de todo tipo de contratación. Y peor aun, el de la contratación por aprendizaje, que se convierte en meritorio, que se convierte en que, “bueno, sí, aquí vengo a aprender, aunque no me paguen o me den algo”. Finalmente es algo que ha propiciado la explotación de los trabajadores, y nosotros estamos en contra de eso.

Hemos dicho y estamos convencidos de que las reformas estructurales que se vienen promoviendo para que los trabajadores mexicanos y la propia sociedad mexicana acepte como una condición para poder abrir el desarrollo del país, es una falacia. Eso es totalmente contrario al interés del desarrollo de los propios mexicanos, porque está demostrado que donde se han aplicado esquemas de ese tipo, no han avanzado, no se han desarrollado y no han generado una disminución en la brecha de la injusticia social que viene propiciando este modelo económico neoliberal.

Y ahí es donde nosotros queremos que se revisen todos esos aspectos que nos han llevado a ese camino, un camino de desequilibrio, de falta de equidad, de falta de condiciones, de falta de desarrollo.

Yo estoy convencido de que la única fórmula para poder desarrollarse en un país, y que no es algo que yo inventé, sino que es algo que los países en vías de desarrollo siempre se cuidan, siempre en todo momento tienen la precaución para poder mantener un paso hacia adelante en el desarrollo, es el cuidado de su mercado interno. Si se cuida el mercado interno, se propicia el empleo y se cuida la salud, y se cuida la alimentación en un pueblo. En este caso, nuestro mercado interno está totalmente destrozado, supeditada toda nuestra economía en un 70% hacia el exterior, dependiendo de lo que pasa en el mercado externo. Que no está contrapuesto, que sí podemos desarrollarnos en el mercado externo, que sí tenemos que participar y propiciar todas las exportaciones del mundo.

Pero aquí tenemos que desarrollar el mercado interno primero. Y eso es lo que hace Estados Unidos, es lo que hacen en Francia, es lo que hacen en España, es lo que hacen en muchos lados. Y ahí es donde está la clave de la diferencia que tenemos quienes no estamos de acuerdo con esta fórmula tan pragmática de traernos cosas de allá del exterior, de imponernos aquí en el país, y decirnos: “Ésta es la generosidad, la bondad”. Pues sí, pero para unos cuantos.

Pobreza para todos, excepto para unos cuantos

Y ahí está un ejercicio muy sencillo: revisen ustedes, pero en nuestro país estamos a punto de tener el primer billonario a nivel mundial. ¿Qué significa eso? Pero, y del otro lado, estamos entrando ya a una fase de mucho empobrecimiento que … Bueno, yo no quisiera que nos comparásemos en los esquemas de países africanos de la hambruna, pero ya hay muchos lugares que eso pasa. No tardamos mucho en entrar en un impacto de ese tipo. Si no hay producción de alimentos en el país, si no hay generación de empleo, si no hay salarios dignos —y sí hay, pero para otros, que son los dueños del capital—, entonces, finalmente, aquí hay algo que no puede entenderse mas que de una manera: sí hay producción de riqueza, pero unos cuantos la disfrutan. Y ahí es donde tiene que revisarse este modelo económico neoliberal, para que se cancele esa generación de pobreza y de empobrecimiento permanente.

Eso es algo con lo que nosotros hemos venido trabajando como sindicato. No de ahora; lo advertimos en 1985, cuando se inició la imposición de este modelo económico neoliberal y en donde ahí está un diagnóstico de lo que podía suceder si nosotros no actuábamos a tiempo. 1985, “época de oro” de un gobierno priista que propició la imposición de este modelo económico neoliberal y que generó todo lo que tenemos ahora, y que lo siguen a pie juntillas los dos últimos gobiernos de otro corte, pero que siguen el mismo programa. Y ahí decíamos en ese desplegado de plana completa: “El destino de México se pierde; hay que cambiar el rumbo”. ¿Qué es lo que va a suceder, cuando todo lo que allí está escrito es lo que está pasando en nuestro país?

Nosotros hicimos un diagnóstico desde aquella época. Lamentablemente, en el conjunto del sindicalismo de nuestro país no hemos encontrado todavía esa sensibilidad para construir ese gran frente con tres o cuatro grandes objetivos que, como gran masa sindical, podemos hacer. Estoy plenamente convencido de que los únicos que le pueden cambiar el rumbo económico y social a este país somos los trabajadores organizados, los generadores de la riqueza, los que propiciamos que todo lo que existe en este país se mueva, y en el mundo. Y es el trabajador del campo, el trabajador de la fábrica, el trabajador de las universidades, el trabajador de las escuelas, el trabajador de los hospitales, el trabajador de todos lados. Somos los que podemos hacerlo.

Lamentablemente, en nuestro país todavía prevalecen las posturas cómodas del sindicalismo, en donde a cambio de tres o cuatro parcelitas de reparto de poder político, se mediatiza. Y eso es lo que vivimos. No hemos podido construir un gran movimiento en la izquierda. Ahí tenemos cuatro vertientes o tres. En el movimiento sindical corporativo encabezado por la CTM [Confederación de Trabajadores de México] igual; tampoco hemos podido conjuntar esos esfuerzos.

Pero no es tarde. Yo creo que finalmente a todos nos está llegando el reclamo de los trabajadores, de que tenemos que ponernos las pilas. Ya no es posible continuar en un esquema de facilidad, de comodidad, sino que es un esquema de lucha de corto, mediano y largo plazo. Y allí estamos nosotros, como sindicato de trabajadores en la Unión Nacional [de Trabajadores]; no nos cansamos.

Esta nueva ley que se ha impuesto será hoy, será mañana, será en algún momento, pero la vamos a abrogar. Ya luchamos nosotros en los años 1970–1980 por la conquista de derechos plenos y, con un Congreso 90% priista, logramos la transformación del Artículo 3 constitucional, en su fracción siete; sí modificamos la Constitución. Ésta es una ley secundaria. Yo creo que sí podemos lograr su cancelación, para que se respeten los derechos constitucionales de los trabajadores, que están siendo violentados por esta nueva ley.

Si hay algún comentario, estoy a sus órdenes. Gracias, y con todo gusto platicamos.

Moncayo: Muchas gracias ingeniero Rodríguez. Después de la participación de Lyndon LaRouche y la suya, nos queda claro de que el mundo necesita un nuevo orden monetario y financiero internacional con un contenido programático, tal y como el señor LaRouche lo ha propuesto también esta mañana.

[volver] Intercambio con LaRouche y Agustín Rodríguez

Moncayo: Yo quisiera que diéramos paso a una sesión de preguntas y respuestas, tanto de nuestros auditorios internacionales, como también aquí el auditorio local, que vemos que siguen llegando varios representantes laborales.

Se encuentra aquí junto con el ingeniero Rodríguez, un dirigente más de la Universidad Nacional Autónoma de México, del lado laboral, el biólogo Agustín Castillo. Y también está Erik de León, representante del Movimiento de Juventudes Larouchistas en México.

El Banco del Sur

Quisiera dar paso a una primera pregunta, que nos viene de Bolivia:

“Como todos ustedes saben, ha habido o está en proceso la creación del Banco del Sur en América Latina. ¿Cuáles deberían ser los principales obstáculos que deberíamos vencer como países sudamericanos?”

LaRouche: El Banco del Sur es una verdadera victoria, pero limitada. Es un paso esencial, porque cambia el carácter de las relaciones entre las naciones de Sudamérica. No es perfecta todavía, pero es un primer paso, un paso muy importante en esa dirección.

José López Portillo enarbola la bandera

Ver ampliación

El finado presidente mexicano José López Portillo enarbola la bandera nacional en 1982, al proclamar la soberanía de la república y la nacionalización de la banca. A pesar de lo que habían prometido, Los Gobiernos de Brasil y Argentina no lo apoyaron, “y México pasó apuros a consecuencia de ello”. Él y LaRouche siguieron siendo amigos hasta la muerte de López Portillo en 2004. (Foto: Gobierno de México).

Permítanme remontarme un poco a esto: allá en 1982, cuando estuve al lado de un gran amigo mío, el Presidente de México José López Portillo, y en ese momento los Gobiernos de Brasil y Argentina nos habían asegurado que apoyarían a López Portillo en esta tentativa [de enfrentar a los financieros internacionales], ellos, bajo una gran presión, capitularon, y México pasó apuros a consecuencia de ello a fines de ese año. Pero el precedente fue grandioso. López Portillo es un héroe. Eso se ha olvidado en medio del ajetreo, pero él se irguió con valor. Uno debe ver su discurso en las Naciones Unidas de octubre de ese año, que aún está disponible (ver la sección “En memoria de José López Portillo” en www.larouchepub.com/spanish), y verá la declaración de un patriota de su país, que lo defiende de la rapacidad que en ese momento venía del Reino Unido y de Estados Unidos, en particular.

De modo que esto representa una línea de resistencia contra la condición de las naciones de América Central y del Sur como presas de la deuda. El hecho mismo de que se haya dado pie a esta institución, en realidad con una intervención que empezó desde Argentina con el apoyo de otros países —Brasil, Venezuela y demás—, y otros acontecimientos, son cosas buenas. Pero no responden a la pregunta que plantean. Unen a un grupo de naciones que ahora está en un proceso de deliberación para tratar de entender el principio westfaliano: ¿Podemos nosotros en otras partes de Sudamérica entender los problemas de Bolivia? ¿Podemos entender los problemas de otras partes de Sudamérica en Perú? ¿Podemos entender la crisis que enfrenta Ecuador por la historia reciente? ¿Podemos entender estas cosas? ¿Podemos hacer de la preocupación por el prójimo nuestra preocupación primordial? Sabiendo que todos estamos de acuerdo en eso, podemos establecer un sistema.

Así que necesitamos una institución bancaria, una institución central de crédito, respaldada por las disposiciones constitucionales que establezca cada nación, para crear una institución común cuyo lema muy bien debiera ser la famosa máxima westfaliana de “la ventaja del prójimo”, de que cada uno de nosotros coopere para ventaja del prójimo.

Ahora bien, esto exige un orden internacional, como dijo Agustín. Nosotros en EU tenemos un entendimiento especial —o al menos alguno de nosotros— de los problemas de México. Yo tengo cierta empatía con México en muchos sentidos. Pero lo que le estamos haciendo a la población mexicana. . . la llevamos a la desesperación, la llevamos a que cruce nuestra frontera, la usamos como mano de obra barata; nosotros destruimos a México en ese proceso. Entonces culpamos a México de atacar a EU al enviar su mano de obra barata a trabajar para nuestras empresas aquí. ¡Eso está mal!

En el pasado, la seguridad de EU con frecuencia dependía de la seguridad de México. Tomemos el caso de la Guerra Civil: los británicos, con el apoyo de Francia en ese tiempo, de Napoleón Bonaparte, derrocaron al Gobierno de México. ¡Esto fue un ataque contra EU! Cuando EU ganó la Guerra Civil contra la marioneta británica llamada Confederación, actuamos, y México recuperó su soberanía.

Siempre hemos entendido, desde el secretario de Estado John Quincy Adams, antes de que fuera presidente, que la defensa de la soberanía de nuestros vecinos es una parte esencial de nuestra seguridad. Y esto se aplica al Hemisferio: las condiciones de vida que se le han impuesto a México hoy son una amenaza para EU; son una amenaza para México. ¡Y tenemos intentonas parecidas a las que se opone resistencia en Sudamérica! Así que, resistir esta clase de métodos represivos, en realidad colonialistas, es una parte esencial de la defensa de cada país en el interés del otro.

Si entendemos esto, y si entendemos que, como naciones, éste es el caso, podemos resolver el problema. La otra cosa es una cuestión de soberanía nacional. Si no tienes soberanía nacional, no tienes ciudadanos. Eres sólo un campesino, sin protección del terrateniente. Porque cada uno de nosotros, a veces tenemos el mismo idioma, con una jerga ligeramente diferente, pero tenemos una historia diferente, y entre nuestra gente ordinaria hay una historia diferente. Por tanto, para gobernar de manera soberana, en cada caso tenemos que poder unir a nuestro pueblo en alguna suerte de relación funcional en la que puedan actuar con una voluntad soberana unida. Entonces, tenemos que unir a las naciones, cada una de las cuales tiene su voluntad soberana, como la define en parte su historia cultural y su historia específica, para que entiendan cuál es su interés común en tanto grupo de naciones.

Y, para mí, nos estamos aproximándonos a un entendimiento de esa clase. Pueda que no esté resuelto, pero nos aproximamos en una deliberación en torno al Banco del Sur, que creo es de suma importancia.

Y esto está conectado: si entendemos que el éxito del Banco del Sur en Sudamérica, en términos de su intención, es esencial para Centroamérica, para México y para EU, y si nos percatamos de que sólo podemos concretar eso con el esta-blecimiento de un nuevo sistema monetario internacional, que incluya al Banco del Sur como una de sus instituciones clave, entonces vamos camino a la victoria.

Creo que el Banco del Sur no debe exagerarse, en el sentido de no darle demasiada responsabilidad por lo que se tiene que hacer. Pero es una institución indispensable en este momento, y tiene que defenderse y promoverse como una institución indispensable, con la intención de que ha de convertirse en parte integral de todo un nuevo sistema monetario mundial, en el que represente su parte del mundo y sea parte del interés por el bienestar del prójimo.

Moncayo: Muchas gracias, señor LaRouche.

Aquí en México, desde 1994, con el régimen de Salinas a principios de ese año, se le dio una supuesta autonomía al Banco de México, quitándole la dependencia total del Ejecutivo. Y de ahí para acá el colapso del mercado interno se ha visto más agravado por la falta de crédito interno y de dirección a la producción. El Banco del Sur constituye, como LaRouche lo está planteando, un pilar fundamental para establecer los primeros pasos en la dirección de un nuevo crédito hacia la producción.

Quisiera invitar al ingeniero Agustín Rodríguez si quiere hacer algún comentario respecto a esta pregunta que viene de Bolivia y que es de Erlan Ibáñez de la Paz, respecto a estos bancos, ingeniero Rodríguez.

Rodríguez: Bueno, yo creo que sí es importante que pudiera haber una institución alterna a lo que conocemos como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo, que es lo que ha propiciado mucho del empobrecimiento a partir de los créditos que se dan, que generan impuestos o generan réditos difíciles a veces de pagar.

Yo no conozco un país latinoamericano que no esté endeudado. Entonces, yo creo que sí será importante construir una banca alternativa, con recursos que pudieran aportar todos los países que estén en una vía de desarrollo distinto. Sin embargo, ésa solamente es una parte del problema, el capital, porque la otra parte es la de propiciar y generar una fórmula de trabajo conjunto entre los países latinoamericanos, principalmente los que tienen y producen petróleo, y otros que producen productos agropecuarios. Es decir, se puede armar un mercado común que pueda bajar el costo de la vida de los países latinoamericanos.

Esto es algo que se ha venido comentando. Lo comentó en alguna época Fidel Castro; lo comentó Hugo Chávez; y ahora el Presidente de Bolivia, Evo Morales. Y ahí es donde tenemos que estar trabajando. Me parece que debemos construir un gran frente común de intercambio comercial, porque no solamente es la banca. Es la otra parte que puede permitir generar un frente que pueda permitir la renegociación de esa gran deuda que tenemos prácticamente todos los países latinoamericanos, y propiciar un desarrollo económico distinto, totalmente distinto al que se tiene actualmente, que lo único que ha hecho es propiciar las mejores condiciones para que el capital pueda tener un mejor desarrollo que el conjunto de la sociedad.

Moncayo: Muchas gracias, Agustín.

Queremos anunciar que está aquí en el auditorio el secretario general del Sindicato de Transporte de Pasajeros de México, Clemente Estrada.

La participación de México en el desarrollo mundial

Entonces, pasamos a algunas preguntas del auditorio aquí en la Ciudad de México. Un miembro del Movimiento de Juventudes Larouchistas va a tomar la palabra.

Pregunta: Hola, buenos días, soy Carlos Jonás del Movimiento de Juventudes Larouchistas.

Planta nuclear Atucha en Argentina

Para México, como para el mundo entero, una recuperación económica implica la construcción de obras de infraestructura de largo plazo en sistemas energéticos, hidráulicos, de transporte y sociales, tales como escuelas y hospitales. Planta nuclear Atucha en Argentina. (Foto: CNEA).

Yo lo que quisiera es que el señor LaRouche nos diera una perspectiva de cómo México puede participar de forma más directa en la reconstrucción del mundo a través de este proyecto de infraestructura que se está planteando, incluyendo esta cuestión del túnel por el estrecho de Bering, ya que hay veces que nos cuesta un poco de trabajo hacerle ver a la población cómo es que México puede participar en esta reconstrucción económica mundial. Claro, sin dejar de lado todas las medidas neoliberales que se vienen implementando en los países, contra las cuales se debe pelear. Pero, ¿cómo, paralelamente, se puede participar en la creación de estos proyectos que, a mi parecer, resolverían gran parte de las carencias de la pobreza que existe en los pueblos hoy en día?

LaRouche: Bueno, la respuesta, por supuesto, en esencia, como la conozco con respecto a México, es que lo que pasó desde mediados 1982 fue un proceso de destrucción deli-berada de México y su pueblo a gran escala. Esto se aceleró. Ya había empezado entonces, por una gran presión de EU y del Reino Unido. Yo lo combatí. López Portillo y yo nos metimos en muchos problemas por combatir estas fuerzas. Pero la destrucción, la destrucción sistemática, no sólo del bienestar en términos de ingresos, de la población de México, sino de la de su capacidad, su productividad, sus oportunidades de producir, es tal, que vemos un daño permanente, que uno compararía, por ejemplo, en la historia de EU, con esta situación ahí tras sólo cuatro años, más o menos, así con quienes precedieron a Franklin Roosevelt.

Tuvimos en los 1930 el problema de una población que había sufrido una gran pérdida de productividad, de capacitación, de oportunidades en las industrias y demás. Tuvimos que reconstruir. Franklin Roosevelt reconstruyó. De hecho, tuvimos una caída de la economía estadounidense de cerca del 30%, desde el momento del crac de 1929 hasta que Roosevelt tomó posesión. Estas políticas no se causaron apenas entonces; las causó un período más prolongado de medidas que abarcaron todo el lapso de los 1920 en adelante. Hubo ciertas guerras en México y demás que influyeron en esto, y también en el propio EU.

Por consiguiente, nosotros en EU, con la orientación de Roosevelt, que es la orientación constitucional tradicional americana, reconstruimos al país. Creamos la maquinaria económica más grande que el mundo jamás haya conocido, desde lo hondo de la pobreza, en el período que llevó hasta 1945 y al final de la muerte de Roosevelt. Y Roosevelt pretendía, de haber vivido, desarrollar al mundo entero en razón de esto, al convertir la maquinaria bélica que habíamos erigido para derrotar a Hitler, a fin de usarla para impulsar a los países en vías de desarrollo, y darle a las naciones que habían sido colonias o semicolonias la libertad de construir su futuro, para crear una comunidad de Estados nacionales soberanos sobre este planeta.

Enfrentamos una situación en la población mexicana que tiene dos elementos, dos elementos principales al interior de México y al interior de EU. Esta población corre grave peligro. Por tanto, lo que deberíamos hacer es tomar un proyecto como anticipar la terminación del túnel por el estrecho de Bering. No simplemente esperaríamos hasta que el túnel esté terminado para que empiece a funcionar. Ya estaríamos construyendo lo que lleva adjunto y que se va ajustar a él, para construir toda la red de operaciones desde Alaska hasta Canadá, hacia EU y el sur, hasta Tierra del Fuego. Tenemos que hacerlo ahora. De modo que, saber que estamos construyendo un sistema internacional sería razón suficiente para construir cada componente, y no esperar hasta que uno esté terminado para empezar el siguiente.

Lo que enfrentaremos, como un problema en México —suponiendo que México recupere su soberanía, la soberanía que existía en el papel, al menos en principio, cuando vino el ataque contra el Gobierno de López Portillo en 1982—, es que tendremos que reconstruir, en gran medida partiendo de los proyectos de infraestructura, infraestructura vital de largo plazo. Esto significaría transporte de alta velocidad, significaría sistemas hidráulicos, significaría sistemas energéticos. Esto tendrían que hacerlo en gran medida instituciones públicas, porque no contamos con las instituciones privadas que podrían hacerlo a esa escala. Luego se usaría, como hicimos en EU en los 1930, por ejemplo, a la población pobre de México, a la población agrícola y rural. Tendrían que contar con una política proteccionista, para proteger el empleo mexicano y el nivel de vida con medidas proteccionistas, que impedirían que las empresas inundaran a México con productos baratos para cerrar sus industrias. Tendrían que tener las instituciones que restauren el bienestar del pueblo de México, en especial el de los mexicanos pobres. Tendrían que reformar la educación. Esta clase de cosas se probó en EU durante ese período, y continuamos algunas de ellas al terminar la guerra. Sí generamos un aumento en la productividad per cápita, sí elevamos el nivel de vida en EU mediante estas medidas de desarrollo interno, no con medidas ajenas. Y, por ende, lo mismo se aplicaría aquí.

Una perspectiva a 50 años

Tenemos que ver las próximas 5 décadas del mundo como un programa adicional de desarrollo a 50 años. Tenemos que considerar todos los derechos de vía de los grandes sistemas de transporte, los sistemas de transporte terrestre que se necesitan para esto. Tenemos que ver que, a todo a lo largo de estas rutas, estamos desarrollando las rutas del desarrollo —rutas de desarrollo proteccionista para la protección de la soberanía nacional, la protección económica de la soberanía económica nacional—, y eso fortalece a la población mexicana, tanto a la que ahora trabaja ahora como virtual mano de obra casi esclava en EU, como a la subyugada que busca trabajo como esclava al sur de la frontera mexicana con EU.

Tenemos que cambiar eso. Tenemos que trabajar en eso en México también, pero hay que ser pacientes. Tenemos que entender que tenemos gente desesperadamente pobre por todo el Hemisferio. Debemos comprender el problema de desarrollar una nación en el transcurso de varias generaciones sucesivas, para abordar la situación inmediata, encontrarle remedio, mejorar las cosas ahora, y avanzar, avanzar y avanzar por tres generaciones.

Como saben, cuando la gente vino a EU a fines del siglo 19 y principios del 20, llegó de Europa, llegó en tres generaciones. Aquellos que llegaron como mano de obra barata de Europa se convirtieron en los científicos, los doctores y demás de nuestra economía; no todos, pero muchos sí. Integramos a la población de EU. Entonces, con Roosevelt, nos vimos como un solo pueblo, sin importar cuándo llegamos a EU.

Vimos a EU como el lugar donde no había oligarquías; o tuvimos unas cuantas de Inglaterra, pero no oligarcas de verdad como en Europa. Y a la gente le alegraba estar en EU, para liberarse de la carga de una oligarquía de corte europeo, de la clase que aún impera en el continente de Europa y el Reino Unido hoy. Y debemos tener esa actitud de formar un ciudadano fuerte, con un sentido de civismo, con un sentido del futuro por un período de tres o cuatro generaciones. Tenemos que contar con gente que hoy esté peleando, a sabiendas de que sus nietos prosperarán y con una visión de su futuro en lo que aportan para sus nietos, como lo hicimos entonces en EU allá en los 1920 y 1930. Y, con esa actitud, adoptaremos la perspectiva de desarrollar al Hemisferio entero como parte de un sistema mundial.

Moncayo: Muchas gracias.

Tenemos varias preguntas que vamos a ir “absorbiendo” en este proceso: hay preguntas de Colombia, también del Instituto Tecnológico Superior de Cajeme en Sonora, México. Pero vamos a escuchar enseguida a Yasmir Fariña Morales. Ella es actualmente la vicepresidenta de la Federación Nacional de Funcionarios de la Universidad de Chile (-FENAFUCH). Tiene una larguísima trayectoria como una luchadora social por la defensa de los intereses de los trabajadores universitarios, y en general de Chile. Como ustedes saben, Chile fue el primer país donde se aplicaron las políticas de privatización de la seguridad social. Esto fue posible a sangre y fuego por parte del régimen de Pinochet. Y desde ese período hasta la actualidad, podemos tener algunos resultados. Adelante, por favor.

[volver] Yasmir Fariña: La pelea de Chile contra la privatización de la seguridad social

Muchas gracias a la organización del señor Lyndon LaRouche y felicitaciones al señor Rodríguez, porque han iniciado una gran lucha. Nosotros llevamos ya alrededor de diez años en esta universidad luchando y desenmascarando al sistema privado de pensiones.

En Chile, el sistema de pensiones fue cambiado en una época oscura de nuestra historia, a partir del 11 de septiembre de 1973. Con el golpe militar, se comienza a imponer en Chile un sistema económico, político y social de globalización y de neoliberalismo. Chile es el primer “país laboratorio” del sistema neoliberal a ultranza.

Yasmir Fariña

Ver la foto entera

Yasmir Fariña es vicepresidenta de la Federación Nacional de Funcionarios de la Universidad de Chile (FENAFUCH) y una luchadora social contra la privatización de servicios esenciales como los de la seguridad social. (Foto: cortesía de Yasmir Fariña).

Hoy día vemos cómo la concentración del poder económico a través del sistema de las AFP [administradoras de fondos de pensiones] ha ido “precarizando el empleo”; es decir, [con el pretexto de tener] un trabajo flexible, las personas jóvenes no tienen una proyección en el ámbito laboral. Se está trabajando y contratando vía honorarios, bajo proyectos. Las personas que tienen cierta edad son consideradas caras y poco eficientes. No se les reconocen sus años de trabajo.

Este modelo que está impuesto, y que lamentablemente en los cuatro años del gobierno de la Concertación no ha sido posible cambiar, no supera el 50% de la masa laboral que está imponiendo. Éste es un porcentaje muy importante de trabajadores que, por sus bajos sueldos, no va a acceder a una pensión digna al momento de jubilarse. Nos encontramos con que este modelo no permite tampoco que las personas puedan acceder libremente a cambiarse a un sistema de reparto. Hemos quedado esclavos de un sistema sin posibilidades de poder mejorarlo, pues el actual proyecto de reforma previsional solamente está dando carácter legítimo a un sistema impuesto bajo un gobierno de la dictadura.

Ha sido tan brutal el sistema neoliberal impuesto en Chile. Es como si hemos llegado al extremo de privatizar todo lo básico, como es el sistema de agua potable, de electricidad, de comunicaciones, la educación. El Estado cada vez se aleja más del aporte estatal a sus universidades. Hoy día a nuestra universidad el Estado le aporta solamente el 17%; todo el ingreso debe provenir por autofinanciamiento. Esto significa proyectos externos. La privación de un sinnúmero de universidades privadas, en las cuales se ha hecho un mercantilismo de la educación. La brecha entre los pobres y los que tienen más altos ingresos es cada vez más brutal. En la educación pública como tal, hoy día, estos alumnos no acceden a la educación pública o a las universidades, porque el sistema es muy malo.

Yasmir Fariña

Yasmir Fariña hace un “llamado de atención” a la presidenta chilena Michelle Bachelet (en la foto), “un llamado a que realmente revise este sistema neoliberal”. (Foto: CREDIT TK).

Todo el sistema también que tiene que ver con la salud fue privatizado. Hoy día contamos con grandes tecnologías en comunicación, en la salud, pero a ellas accede un número minoritario, que son los que tienen el poder económico para pagar. El sistema de salud público es realmente pobre; está carente de las cosas más básicas que ustedes se puedan imaginar. . . Es así como empresas externas tienen a cargo todo lo que es nutrición, todo lo que es el sistema de enfermería; todo el sistema de auxiliares y guardias pertenece a empresas privadas.

En el otro aspecto que nos encontramos, es que este sistema de las AFP permitió abrir un mercado para un grupo de economistas “progresistas”, en su minuto, que han vendido a trasnacionales todas estas empresas. Las AFP chilenas ya no son de empresarios chilenos; pertenecen a oligopolios, a empresas trasnacionales, y nuestra plata se está invirtiendo en el extranjero, con grandes riesgos para nosotros. Sobre todo por lo que acaba de decir el señor LaRouche, corremos grandes riesgos con la inversión de nuestros fondos de inversión fuera del país. Y más grave aun, cuando nuestra Presidenta, Michelle Bachelet, ha mandado un proyecto al Parlamento que permite aumentar el porcentaje a un 43% de inversión extranjera de los fondos de pensiones.

Todas las pérdidas que se producen en el sistema privado de pensiones son absorbidas por los trabajadores. Sin embargo, las empresas de AFP han tenido las más grandes utilidades.

Hoy día no hay una mirada de protección a la seguridad social en Chile.

De hecho, las primeras víctimas se encuentran en los empleados públicos. A los funcionarios públicos que estaban en el antiguo sistema los traspasaron a este nuevo sistema, porque fueron obligados a cambiarse; obligados, porque la jefatura era puesta por los militares, obligados por la propaganda, obligados para poder permanecer en su trabajo.

Hoy día se encuentran que sus pensiones no superan el 30% de su renta en actividad; la tasa de remplazo es inferior a un 30%. Tenemos casos concretos de arquitectos que, ganando en actividad un 1.600.000, sus pensiones no superaron los 400.000 pesos. Para quienes tienen los estratos medios, lo más bajo de la administración pública, que son los administrativos auxiliares, obtienen sólo una renta de 500.000 pesos. Las pensiones obtenidas en los sistemas de AFP no superan los 92.000. Es una vergüenza que nosotros estemos exportando al mundo un sistema que empobrece a los trabajadores, y simplemente se sigue concentrando el poder económico en algunos pocos.

El saqueo a manos de compañías extranjeras

Lo otro que también es preocupante, es cómo Chile ha ido abriendo su mercado importando productos foráneos, y esto ha llevado a la quiebra a grandes empresas. Las industrias en Chile fueron superpoderosas y daban trabajo a miles de personas. Hoy día esas empresas están quebradas y no existen. Toda la empresa textil también desapareció. ¿Cómo se llevan de Chile en estas exportaciones toda nuestra materia prima? Todos nuestros bosques están siendo talados, están quedando prácticamente pelados. ¿Cómo nuestros mares, cómo de nuestra agricultura sale materia prima y posteriormente llegan a Chile productos terminados y son comprados? O sea, ¡cómo nos están robando nuestras riquezas naturales?

Creo que este sistema neoliberal no está ayudando a la población chilena. Todo lo que se muestra hacia el exterior no es lo que estamos viviendo nosotros los chilenos. No es lo que nosotros hemos podido comprobar cuando nos acercamos al sector salud a través de sus dirigentes, [y vemos] las condiciones paupérrimas en las que están trabajando los profesionales, los técnicos, los auxiliares de la salud; cuando vamos a las universidades del Estado, y vemos cómo los académicos se pensionan con un 30% de su renta en actividad y pasan a ser pobres, y los funcionarios pasan a ser miserables. Porque una pensión de 92.000 pesos en Chile realmente es vivir en la miseria. Y vemos también cómo nuestras industrias nacionales han ido cerrando. Creemos que ha llegado el minuto en que tenemos que hacer una denuncia internacional.

Hemos hecho montones de seminarios, y esto agradezco a la organización del señor LaRouche que nos ha permitido salir al mundo y mostrar una realidad que se esconde desde los propios políticos, cómo los gobiernos de la Concertación no han sido capaces de mejorar el sistema, de hacerlo un poco más humano.

Drogas, criminalidad, desempleo

Nos vemos hoy día con una realidad bastante terrible, que es la introducción de la droga. La droga en Chile en la población más pobre es impresionante; cómo es que el mercado en aquellas poblaciones ha ido surgiendo de una manera, pero que ya no tiene nombre, no tiene parangón de lo que nosotros estamos viviendo. La delincuencia en Chile, por la cantidad de cesantes hoy día, necesita un número importante de personas en edad laboral que no tienen trabajo y que al final terminan en la delincuencia.

Y quisiera también decirles que nosotros hemos estado en la lucha hace mucho tiempo, denunciando a este sistema fascista que dejó el Gobierno de Pinochet a través del Decreto 3500, que nos están robando nuestro futuro, el futuro de nuestros jóvenes. Y vemos con gran desesperación hoy día que se tiene una reforma de salud que no apuntó realmente a mejorar la calidad del servicio de salud, cómo una reforma educacional tampoco está apuntando a mejorar la calidad de la educación pública. Y tenemos hoy día colegios que se están tomando los estudiantes, porque no podemos permitir que se nos siga llevando a la pobreza en lo que es la educación. Hoy día la Universidad de Chile, su casa central, se encuentra tomada por la Federación de Estudiantes, porque la deuda que tienen los estudiantes por el crédito fiscal, por el alto costo que tiene la educación pública chilena, ya no es sostenible. Nosotros vemos que otros académicos tienen que dar clases en las universidades privadas para poder mejorar sus rentas.

Esto ya llegó al límite que es insostenible en nuestro país. Tenemos un sistema que privatizaron de la locomoción colectiva; el Estado civil se niega a asumir un papel protagónico en los servicios públicos, como es el transporte. Realmente nos han llevado a un sistema en el que estamos, yo diría, en la desesperación, lleno de desesperación, cuando nuestros colegas se pensionan muy mal, cuando las personas no pueden acceder a una salud que puedan pagar. Hoy día el que no tiene plata, no tiene una buena salud. Hoy día el que no tiene plata o no se endeuda en la banca, no tiene acceso a educar a sus hijos.

Creo que realmente Chile no es lo que se muestra en el extranjero; Chile es un país que ha ido creciendo enormemente en lo económico, pero la riqueza está concentrada en un grupo político, en un grupo económico. Y, lamentablemente, son los que manejan las comunicaciones, son los que están finan-ciando las campañas de los políticos en Chile. Y lo digo de los políticos, tanto de nuestra Concertación como también de la derecha. Hoy día la derecha de este país parece ser más de izquierda que los propios partidos de la Concertación. Cuando salen algunos políticos de la Concertación denunciando estos hechos económicos, cómo nos están robando nuestra materia prima y se la están llevando con bajas tasas arancelarias, son considerados como políticos que están contra la propia Concertación, siendo miembros de ella.

Un llamado de atención

Creo que hoy día hay un llamado de atención a nuestra Presidenta, que es socialista, en quien nosotros pusimos todas las esperanzas como dirigente participante de todos los partidos de la Concertación, un llamado a que realmente revise este sistema neoliberal, este sistema económico que no está favoreciendo a la gran mayoría y que nos va a llevar en un corto plazo a movimientos sociales que no quisiéramos recordar del pasado. Hemos tenido montones de revueltas de trabajadores en el sur, donde la gente está haciendo ya crisis y tiene que tomarse las calles. Hace menos de un mes falleció un trabajador de una empresa forestal, porque simplemente la empresa se negaba a negociar adecuadamente con los trabajadores; fue muerto por la fuerza pública. En un estado de desesperación, este trabajador simplemente se volvió loco y fue muerto por la policía.

Y así lo vemos en los pescadores hoy día; tenemos un drama en cómo las empresas petroleras, cómo los barcos petroleros han lanzado su petróleo al mar todos los días, con todos sus peces, con todas las faunas, con todas sus aves, con todos los pescadores que vivían de ello, que hoy día están de brazos cruzados. Y eso no sale a la luz del mundo, eso no lo conoce nadie. Hoy día, que han atrapado todas las comunicaciones de la realidad chilena, creo que ustedes nos han dado un espacio muy importante y muy significativo.

Nosotros le hemos dicho a la presidenta Bachelet: “Permita la salida de 157.000 trabajadores públicos que están ya para pensionarse en forma digna, entre los cuales se encuentran ingenieros, abogados, estafetas, barredores, profesores universitarios de todos los estratos sociales, de todos los estamentos que trabajan en la administración pública, y que merecen una salida digna a sus casas”. No con el 30% de su renta en actividad porque han cotizado 40 años al sistema, 40 años en el sistema antiguo, y traspasado obligatoriamente [a las AFP] bajo un gobierno de facto que no les reconoció el valor real de todas sus cotizaciones anteriores y que le sirvió cotizando solamente poniéndolo como sueldo base.

Hoy día, [con el viejo sistema,] podríamos permitir el ingreso de gente joven, preparada y que está cesante, y que está esperando un puesto de trabajo. Y la gente mayor de la administración pública se resiste a irse. Y se resiste a irse con razón; los que tendrán 70 años, como una arquitecta muy querida mía, que siempre la saco de ejemplo. . . Ella trabajó 11 años más que los que el sistema impone, que es [a una edad] de 60 años, y se fue con un 40% de su renta en actividad, cotizando hasta los 71 años. Creo que hoy día hay que salir a la luz pública y dar a conocer nuestra realidad. Y nuestros políticos tienen que ponerse una mano en el corazón y decir: “Bueno, está bien que los ricos se ganen una buena plata, pero seamos solidarios también con nuestro pueblo”.

Néstor Kirchner y Hugo Moyano

Ver ampliación

El secretario general de la Confederación General de Trabajadores de Argentina (CGT),
Hugo Moyano (der.), habla con el presidente argentino Néstor Kirchner. “Después de
muchos años de lucha”, dice Moyano, hemos logrado “el reconocimiento por parte del
gobierno, de que este sistema que durante los últimos años imperó en nuestro país era
absolutamente perjudicial para los trabajadores”.
(Foto: Archivos de prensa del Gobierno de Mendoza).

Busquemos una refundación del sistema de la seguridad social en Chile, una refundación que permita que las empresas nacionales puedan recibir plata de los trabajadores para crecer; donde todo el talaje de nuestra madera salga de aquí de Chile, con los muebles hechos, y se venda al extranjero —no es que nosotros tengamos que comprarle al Japón y a los países asiáticos los muebles hechos que vienen con nuestra madera—; donde nosotros podamos tener grandes empresas pesqueras acá, donde se produzca y salgan de acá hechos enlatados, ya en una producción hecha; donde podamos dar trabajo real y trabajo digno a nuestros trabajadores, un trabajo decente donde la gente tenga un concepto del trabajo, donde la gente tenga seguridad social, donde los depredadores estén obligados por ley.

Moncayo: Tenemos en la línea al secretario general de la Confederación General de Trabajadores de Argentina (CGT), al señor Hugo Moyano. La CGT es la más importante institución laboral en este país amigo, e indudablemente que han llevado a cabo una campaña y una serie de acciones para echar abajo las privatizaciones. Y hay que destacar los grandes avances hacia el bienestar general de Argentina que está logrando en estos momentos el Gobierno del presidente Néstor Kirchner.

[volver] Hugo Moyano: El éxito del movimiento laboral en Argentina

Moyano: Bueno, encantado. Yo soy el secretario general de la CGT de Argentina, y como bien lo expresaba usted, nosotros venimos de una campaña muy extensa, a partir del momento de que se privatiza la jubilación de los trabajadores. Yo mismo vengo de hace muchos años, porque yo pertenezco al gremio de camioneros de Argentina. Y desde el comienzo de esta situación creada en los trabajadores con las jubilaciones privadas, nosotros siempre las hemos rechazado, porque el tiempo nos demostró que el trabajador fue perjudicado en forma muy, muy importante. No solamente el trabajador que el día de mañana se jubila, sino el actual jubilado, porque en poco vació las cajas de jubilaciones que permitían mantener un salario en los jubilados con movilidad.

Por eso es que hoy hemos logrado, después de muchos años de lucha, el reconocimiento por parte del gobierno de que este sistema, que durante los últimos años imperó en nuestro país, era absolutamente perjudicial para los trabajadores. Bueno, y esto trabajó la modificación de la ley que nosotros reclamábamos.

Nosotros no decíamos que no existiera la jubilación privada; nosotros decíamos que le den la libre opción al trabajador de elegir dónde quieren que le administren sus ahorros. Si querían que se los administre el Estado o que se los administre la jubilación privada. Eso simplemente queríamos nosotros. Y esto, gracias a Dios, se ha concretado. Esto hizo que durante estos 45 días o algo más que comenzó a funcionar la ley, se hayan pasado alrededor de 600.000 o 700.000 trabajadores de forma voluntaria e inmediata. También ahora hay una política de esclarecimiento, para que los trabajadores vean cuál es el beneficio que le trae: o la jubilación privada o la jubilación del Estado.

Por eso es que creo que hemos logrado un objetivo muy, muy importante, que para nosotros es realmente recuperar la dignidad del hombre de trabajo. Porque yo no sé si en otros lugares del mundo fue presentado de la forma en que funcionaba en Argentina.

Acá nosotros decíamos —aquí un poco como chiste— que el trabajador se podía divorciar las veces que quisiera, pero no podía cambiar la jubilación privada. Entonces, nosotros decimos que por lo menos, por lo menos que tenga la opción, no que lo obliguen, como ocurrió desgraciadamente con el sistema para nosotros perverso de la jubilación privada; que tenga la opción de decir: “Yo quiero estar en el Estado” o “Yo me quiero ir a una jubilación privada”. Que tenga la libre opción. Y eso es lo que hemos logrado.

Esto, reitero, sí ha posibilitado que ya, calculo yo, cerca del millón de trabajadores ya esté recuperando la posibilidad de volver al Estado para su jubilación.

Moncayo: Muchísimas gracias por sus comentarios, y nos gustaría muchísimo que se pudiera quedar para una segunda parte de comentarios más amplios. En este momento el señor LaRouche se va a despedir de la audición, pero nosotros vamos a continuar con este diálogo. Él va a decir algunas pa-labras, y después yo le pediría al ingeniero Agustín Rodríguez que cerrara esta parte también.

[volver] Conclusión: ¡No más concesiones al mal!

Néstor Kirchner y Hugo Moyano

Ver ampliación

Dennis Small, representante de LaRouche y la revista EIR para Iberoamérica, participa
como orador invitado en una reunión de la Central Campesina Cardenista (CCC) el 12 de
marzo de 2007.
(Foto: EIRNS).

LaRouche: El mal del que hemos venido hablando hoy hasta el momento, es un mal que conozco muy bien de una larga pelea, en particular desde los acontecimientos y cambios que ocurrieron en 1971, en los que EU tomó la dirección del fascismo que Londres ordenaba. Y lo que he escuchado hoy, en intercambios sobre esto y aquello, todo es reflejo de cosas que vi venir y suceder desde hace 30 y 40 años. Y lo interesante es que ahora, hoy, las hablamos, pero como aquellos de ustedes que han intervenido de verdad saben, ¡han vivido esta suerte de proceso por décadas! Tuvieron un caso, como el de Pinochet; ¡no se entiende la degradación que Pinochet representó! ¡Ése es un hombre que prácticamente fue una prostituta de Londres! ¡Y se le presenta como una especie de héroe militar! ¡Como si fuera una figura respetable! Suplicaba favores y robaba migajas a través del Banco Riggs, que en esencia forma parte de lo que está saliendo ahora a la luz con esta operación de BAE. En esencia, es un lamebotas del Imperio Británico.

Y ven esto por todas partes.

Debemos tener un sentido de esto. Es importante tenerlo, porque la gente tiene que darse cuenta de que lo que ha permitido que se haga, lo que ha alabado, por lo que ha votado en EU y otros países, fue este mal. Hoy tuvimos descripciones del sufrimiento, de gente en México, en Chile, en Argentina, hasta ahora. Pero esto es lo que ha estado pasando, y empeora. Fue obvio para nosotros al comienzo de este proceso en 1982, cuando empezó la verdadera oleada de destrucción de Sudamérica. Todo estaba la vista; lo estaba desde 1971. ¡Era claro! Pero lo que la gente ve ahora es algo que viene ocurriendo por más de una generación; para la mayoría, son casi dos generaciones de sufrimiento en la experiencia de su vida adulta, y es lo que ahora vemos.

Esto no es sólo cuestión de hacer algunas mejoras. Es cosa de decir: Esta clase de comportamiento —que hemos abordado en parte hoy en unas cuantas intervenciones aquí y allá— es típica de la situación mundial, pero en particular de las relaciones al seno de las Américas. ¡Y lo hemos tolerado! Hemos protestado, pero no le hemos dado a esto el tratamiento de lo que es: ¡un mal! Es hora de que, con ese sentido de urgencia, tenemos que hacer un cambio fundamental en el sistema mundial de inmediato. No podemos transar con el mal para siempre, porque demasiados sufrirán si no cambiamos el sistema. Ha llegado el momento en que el sistema está viniéndose abajo, y éste es el momento en que nosotros tenemos que hacernos escuchar para realizar los cambios que han esperado aplicarse por demasiado tiempo.

Moncayo: Muchas gracias, señor LaRouche. Estamos bastante emocionados con estos planteamientos nuevos que nos deja para seguir discutiendo en todo el continente iberoamericano.

Ahora, ingeniero Agustín Rodríguez, le dejo el micrófono.

Rodríguez: Solamente [quiero] reconocerle al señor Lyndon LaRouche su gran disposición para este tipo de intercambio de comentarios, que finalmente van construyendo un camino y la línea de transformación de este modelo económico que venimos sufriendo desde hace muchos años.

Es importante que este tema de la seguridad social pudiera abordarse más adelante, porque no se va a acabar pronto la discusión ni la lucha. Y abordarse con las experiencias que se están teniendo tanto en Chile como en Argentina, y como en otros lugares, y ver la parte positiva de la construcción de un planteamiento alternativo.

Aquí en México, el modelo que se está imponiendo con la nueva ley del ISSSTE lleva una característica muy peculiar: se impone por obligación su aceptación. No se genera la parte que mencionaba el compañero de la CGT de Argentina, en el sentido de que debiera ser opcional y voluntario. Aquí es “opcional” ¡y a fuerzas! Éste es el esquema que tenemos, que es el que nos ha obligado a generar una situación de un gran movimiento.

Entonces, señor LaRouche, le agradecemos mucho. Estamos en comunicación para situaciones de intercambio más adelante, y damos paso a la siguiente fase [del diálogo].

[volver] Segunda parte del diálogo continental

Moncayo: Nos quedamos con [el secretario general de la CGT de Argentina] Hugo Moyano para un par de comentarios adicionales. Adelante señor Moyano.

El papel de los medios de comunicación

Moyano: Yo quería agregar a lo que había expresado al principio, primero, que comparto las palabras de la persona que habló y su referencia a Margaret Thatcher y Pinochet, que comparto totalmente. Y yo quería señalar que esta lucha que hemos dado durante tanto tiempo la hicimos fundamentalmente frente a un poder arrasador, como fue el poder económico imperante, los modelos económicos perversos que nos impusieron en la década de los 1990, cuya arma fundamental eran los medios de comunicación.

Era muy difícil aparecer contradiciendo lo que los medios de comunicación decían a través de sus voceros, que en muchos casos eran del periodismo o funcionarios; era muy difícil pensar lo contrario, porque uno parecía como si fuera un extraterrestre. Porque era toda una ola y una tendencia arrasadora que el neoliberalismo nos imponía fundamentalmente —como lo decía— con el arma letal, que es en este caso como se utiliza, de los medios de comunicación. Por eso es que está esta pelea. Fue muy dura, fue en muchas cosas muy solitaria, y fue contra un enemigo muy poderoso.

Por eso es que lo que hemos logrado evidentemente es un paso importantísimo. Y decimos que solamente queríamos que nos dieran la libre opción. No queríamos que nos obliguen, o que obliguen a los trabajadores; que el trabajador decida.

Y esto, gracias a Dios, lo hemos logrado. Por eso es que esto no termina aquí, porque todavía en nuestro país, a pesar de que ha habido un cambio muy importante desde el punto de vista económico, desde el punto de vista social o desde el punto de vista político, todavía quedan resabios del neoliberalismo que, evidentemente, en nuestro país fue muy, pero muy fuerte. Tan es así, que prácticamente malvendieron o enajenaron todas las empresas del Estado, que eran el patrimonio del pueblo que durante muchas generaciones, con esfuerzos y sacrificios, habían obtenido.

Y simplemente [quiero] agradecerles la posibilidad de haberme expresado. Muchísimas gracias.

Ronald: Muchas gracias, señor Moyano.

Quiero dar ahora la bienvenida a Dennis Small, en representación de LaRouche y de la JICL, y como director Iberoamericano de la revista EIR.

Small: Muchas gracias, Ronald.

Yo creo que las ideas que se han vertido aquí, y el intercambio que se está llevando a cabo entre dirigentes sindicales y políticos del continente, es de extrema importancia para lograr esa unidad de la que estaba hablando el señor LaRouche. Nosotros, por nuestra parte, aquí en Estados Unidos y a través de videoconferencias como ésta, estamos asegurando que se establezcan los vínculos necesarios entre esto que pasa en los países de Iberoamérica, con los otros países del mundo en donde también LaRouche está en contacto con los patriotas, con los nacionalistas, la gente que quiere también el desarrollo económico, como él mismo mencionó de su última visita a Rusia, Italia y demás; que estos importantes intercambios de ideas estén vinculados con todo un proceso internacional, que nos da la fuerza para verdaderamente lograr los cambios fundamentales de los que hablaba el señor LaRouche.

[volver] Carlos Gallardo: Yo destaco el optimismo y la esperanza

Ronald: Estamos listos para escuchar al decano nacional del Colegio de Profesores del Perú, el profesor Carlos Gallardo, desde la ciudad de Lima.

Gallardo: Un saludo para Lyndon LaRouche, para Agustín Rodríguez, y para Yasmir y los amigos larouchistas de los EU.

Néstor Kirchner y Hugo Moyano

Carlos Gallardo, decano nacional del
Colegio de Profesores del Perú.
(Foto: CPPe).

Habíamos escuchado con atención el análisis del panorama mundial que ha hecho Lyndon LaRouche, y de la situación mexicana por Agustín Rodríguez. Yo destaco el optimismo y la esperanza. Son mensajes que nos dan salidas, que nos dan soluciones, y creo que eso es lo fundamental.

Quiero también informarles que el día de hoy, aquí en el Perú, los maestros organizados en el SUTEP (Sindicato Unitario de Trabajadores en la Educación del Perú) están en un paro de 24 horas. Los docentes de las universidades públicas del país están en una huelga general indefinida. Esto no hace más que mostrar el drama de la educación que sufrimos. Hay miles de niños que aún no inician sus procesos educativos; y no es que no haya dinero, porque estamos incluso pagando la deuda externa por adelantado. Hay dinero, pero no hay voluntad política.

Nuestra lucha por desafiliarnos de la AFP nos hace recordar lo que están diciendo los compañeros mexicanos, argentinos y chilenos en esta conferencia internacional. Aquí estamos en una lucha muy intensa por salirnos; estamos prisioneros. En una democracia, no pueden impedirnos que nos salgamos de una institución en la cual no queremos estar.

Nuestros problemas son comunes y nuestras alternativas tienen que ser conjuntas, como lo manifiestan Lyndon, Agustín y Yasmir.

Un abrazo desde el Perú, compañeros.

La esperanza de una América unida

Ronald: Yasmir, quisiéramos sus comentarios finales, por favor.

Yasmir: Les puedo decir que en este modelo de sistema privado de pensiones, solamente un porcentaje ínfimo logra tener una pensión digna. Imagínense ustedes que, de cada tres afiliados al sistema privado de pensiones, uno logra tener los ahorros suficientes para poder pensionarse. Es decir, dos no alcanzan a cubrir una pensión mínima, que actualmente es de alrededor de 250 dólares mensuales.

La garantía estatal, también, cubre un mínimo del porcentaje de la población que se gasta los fondos de pensiones antes de fallecer. La garantía estatal no cubre a aquellos trabajadores que no tengan veinte años de cotización en el sistema.

Yo felicito a los hermanos argentinos por su gran lucha y por haber logrado la libertad.

Todos nosotros, América Latina, hemos nacido antes libres, y creo que no es justo que hoy día un sistema tan perverso, impuesto bajo la bota militar, nos haya hechos esclavos, cautivos, en un modelo que nos lleva a la pobreza y que a la mayoría de los trabajadores los lleva a la miseria.

Los empleados públicos ya viven un drama. Hemos luchado incansablemente con estudios, con propuestas. La Asociación de Empleados de la Contraloría General de la República presentó un estudio al gobierno, y no hubo respuesta. Esto fue durante el Gobierno del presidente [Ricardo] Lagos. Un estudio que hizo CENDA (Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo), que también tiene un diagnóstico de pérdidas para los empleados públicos, tampoco tuvo respuesta. Y la propia Asociación Gremial de AFP —de los dueños de las AFP— hizo un estudio para la agrupación sobre el daño previsional, en el que le dicen al Gobierno de Chile: “Tiene que reparar el daño previsional, porque esto es la vergüenza del sistema”. Sin embargo, nuestro gobierno, el presidente Lagos, que se fue ya, no lo tomó. Lo llevó a una mesa de diálogo por cuatro años, sin resultado. ¡Y hoy en día clamamos piedad a la presidenta Michelle Bachelet! ¡No puede ser que nuestros funcionarios se vayan a vivir a la pobreza después de cuarenta años de trabajo!

Por eso felicito a los hermanos argentinos. Y nosotros teníamos noticias de que aquí en Perú también se estaba trabajando sobre la libre afiliación; creo que son pequeños avances. Nosotros no perdemos las esperanzas. Y los lineamientos y las ideas que nos deja el señor LaRouche, para nosotros son importantes, porque es volver a tener esperanza en seguir en nuestra lucha, en tener una América unificada en donde exista un sistema económico que nos permita vivir a toda la población chilena, argentina, boliviana y de toda América con dignidad, donde todos accedan a la educación, donde todos tengan derecho a la salud, donde todos tengan derecho a una vejez digna.

Así que les agradezco, y felicitaciones por este evento, estimados amigos.

El calentamiento global

Ronald: Nos llegó una pregunta desde Buenos Aires para el ingeniero Agustín Rodríguez y Dennis Small:

“Hay dificultades en el campo de la ciencia: un ejemplo fundamental de la seudociencia está siendo importado por la falacia del calentamiento global causado por los seres humanos y su equivalente genocida, al convertir la reserva de comida en biocombustible para salvar el planeta”.

Rodríguez: Yo no lo veo desde la perspectiva de quien lo está proponiendo.

Lo que sí está claro es que sí hay un calentamiento extraordinario; eso no se puede negar, eso está claro, que sí hay una situación de una descomposición de la naturaleza, y que tendrá que realizarse de manera muy cuidadosa y de manera muy responsable para que se prevea. Ya se están percibiendo estragos a nivel mundial de lo que propicia ese calentamiento; porque de que existe, existe.

¿Qué es lo que tiene que hacerse? ¿Cómo se tiene que encauzar? Bueno, yo creo que eso es parte de los foros mundiales que tendrán que desarrollarse entre las naciones, para estructurar una línea común de atención. Aquí no es una situación de quién propone, de quién tiene la razón en estos aspectos. No creo que sea un planteamiento de carácter político. Me parece que es una situación de sobrevivencia misma de la propia humanidad, así que debe atenderse así.

Dennis: Bueno, puedo decir dos que tres cosas al respecto. Hace algunas semanas fui invitado a México por una organización sindical que participa en estos movimientos de cambio en México, de las que nos hablara Agustín, para hablar del tema de quiénes proponen convertir la producción de maíz en México en etanol. Eso tendría efectos desastrosos para la población mexicana, que depende tanto del maíz y de las tortillas para su consumo más básico. Y en efecto, quienes proponen la idea de producir etanol de maíz, están proponiendo algo absolutamente nefasto. Eso lo ha comentado desde Fidel Castro, hasta agricultores en los EU y mucha gente en México.

El tema más amplio, que en efecto no creo que se pueda abordar en detalle en ésta ocasión, es si hay o no los cambios de temperatura de los que se habla. Eso todavía es algo en lo que no hay coincidencia científica, porque muchas de las mediciones que se han hecho son muy parciales. Pero aun en el supuesto negado de que exista tal aumento en la temperatura del planeta, los estudios científicos indican que la causa más probable de eso, la causa de los cambios del clima en los ciclos de decenas de miles de años, es más bien la relación astronómica del planeta Tierra con el Sol. Es decir, el causante fundamental del cambio climatológico no es la actividad humana en la Tierra; es más bien una cuestión de astrofísica.

Resulta que en este mismo período en que se habla del aumento en la temperatura de la Tierra, también ha habido un aumento en la temperatura de Marte. Entonces uno se tiene que preguntar si en Marte también es por exceso de producción de dióxido de carbono.

Lo que pasa es que, con bases científicas muy dudosas, se están proponiendo soluciones. Algunas personas usan estas cuestiones para proponer soluciones que serían absolutamente desastrosas. Proponen que el Tercer Mundo no se debe desarrollar, proponen que la industrialización es mala, proponen que tenemos que regresar a eras pretéritas de la tecnología y que el enemigo es el ser humano.

Claro, no solamente nosotros los del movimiento de LaRouche, sino China, India y otras grandes naciones del mundo, Rusia incluida, dicen: “No, señor, nosotros no vamos a aceptar esto, porque no podemos permitir que nuestros pueblos queden en el atraso, supuestamente para resolver un problema que además no es causado por lo que se dice”.

Esto nos lleva a las cuestiones que discutíamos en la primera parte de esta reunión: ¿cuál es la causa de la crisis económica actual, y cuál la solución que proponen ciertos intereses financieros? Que es, básicamente, desindustrializar y destruir el Estado nacional soberano en todo el planeta.

Si lo vemos con cuidado, encontraremos que el calentamiento global es un tema impulsado por los mismos intereses financieros que están detrás del Fondo Monetario Internacional, los mismos intereses financieros que están saqueando a las economías a través de la privatización del Seguro Social. Son los mismos intereses financieros que quieren cobrar la deuda externa, una, dos, tres, cuatro, cinco veces. Y son los que están detrás, en particular, de Al Gore, que resulta que es dueño de dos fondos especulativos que estarían entre los más grandes beneficiarios de la especulación con estos títulos de reducción de carbono.

Así que, la pregunta es, como bien dice Agustín: ¿cuál es la solución a estos problemas? Y la solución para la humanidad siempre es mirar hacia adelante, con avances tecnológicos, avances de la ciencia, avances de esa capacidad única del ser humano, que es la capacidad de crear soluciones científicas en el proceso de desarrollo.

[volver] Salvador Fernández: La seguridad social es un derecho inherente a la condición del hombre

Néstor Kirchner y Hugo Moyano

Salvador Fernández, secretario adjunto de la Asociación del Personal del Organismo de Previsión Social (APOPS). (Foto: EIRNS).

Ronald: Muy bien. Vamos a Buenos Aires. Salvador Fernández, el secretario adjunto de la Asociación del Personal del Organismo de Previsión Social (APOPS), es uno de los personajes que han aportado a la victoria parcial en Argentina sobre el sistema de la privatización del Seguro Social. Están reunidos en un auditorio de la CGT en Buenos Aires, y quisiéramos darle paso a su participación.

Fernández: El secretario general de la APOPS, Leonardo Fabré, en este momento se encuentra en Ginebra, en la OIT, integrando la delegación argentina en representación del movimiento obrero organizado.

En primer término, resulta necesario destacar que la globalización como fenómeno económico, político y social impactó directamente en los sistemas de seguridad social de América Latina y, puntualmente, en Argentina. Con el auge de la globalización y de las políticas neoliberales, la seguridad social era considerada un sistema deficitario que le genera gastos al Estado. La globalización económica y el neoliberalismo, especialmente en la década del 90, hicieron que se derrumbara el concepto esencial, jurídico y filosófico de la seguridad social. Sabemos que la seguridad social es un sistema que tiende a proteger al hombre frente a las contingencias derivadas de la invalidez, la vejez, la muerte y la enfermedad; es decir, tiende a una protección integral del hombre. Por eso se llegó a desnaturalizar el concepto de la seguridad social. Se desconoció que la seguridad social es un derecho personalísimo y fundamental del hombre, como fue proclamado en la declaración de los derechos del hombre del año 1948, que establecía que todo hombre tenía el derecho a la seguridad social y que los Estados debían garantizarlo. También se desconoce la jerarquía y el rango que tiene la seguridad social, especialmente con el nacimiento del constitucionalismo social.

La seguridad social pasó a ser un derecho de rango constitucional aceptado por las constituciones de los distintos Estados. Incluso, es también importante señalar que, dentro del marco de la doctrina social de la Iglesia, en la encíclica Labórem excercens, se señala que la seguridad social es un derecho inherente a la condición del hombre y fundamental para su realización como persona, y que los gobiernos deben instrumentar los medios necesarios para que se puedan cumplir.

En la década del 90, que debemos tener en la memoria, para poder comprender el presente y avizorar el futuro, con el auge del neoliberalismo y de la globalización, se consideraba que todo lo que estaba relacionado con el Estado era malo, que todo lo que el Estado realizaba era deficitario; se propugnaba un Estado ausente frente a las necesidades del pueblo y del hombre. Con ese criterio, en Argentina, en la década del 90, esa década infame, se privatizó las empresas del Estado, los recursos energéticos, las telecomunicaciones; se privatizó el patrimonio de la nación. Y todo eso dentro de un marco total de consunción y de ilegalidad, como producto de la presión ejercida por los grandes grupos económicos que tenían una influencia decisiva en el poder político de turno.

Y fue en ese momento trágico para nuestro pueblo cuando se aprobó la ley 24–241 y se privatizó también la previsión, y se quiso privatizar también el futuro y la esperanza de los argentinos. Esta ley, la 24–241, establecía un régimen mixto, es decir, que subsistía el régimen público estatal, junto a un sistema de capitalización, un sistema privado de jubilación representado por las AFJP, que eran administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones. La previsión pasó a ser administrada en el país por sociedades anónimas, por bancos. Pasó a ser la previsión social una variable más en la economía de mercado.

Se quiso destruir totalmente la previsión, destruir el concepto de solidaridad, porque sin solidaridad no existe previsión. La solidaridad fue el fundamento, la causa y el pilar que hizo posible la existencia de la previsión social. Estos regímenes jubilatorios de capitalización propugnan cuentas individuales, remplazan el concepto y el valor trascendente de la solidaridad por el “sálvese quien pueda”.

Ésta es la lucha del bien contra el mal

Y ahí ocurrió lo más trágico. Como lo señaló en reiteradas oportunidades nuestro secretario general de la Confederación General del Trabajo, el compañero Hugo Moyano, que señalaba y exhortaba a sus trabajadores para que tomaran conciencia de que la estafa más grande perpetrada contra el pueblo argentino fueron las AFJP, fueron las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones.

Y así quedó demostrado. Se tomaba como ejemplo a Chile. Sabemos el padecimiento y el calvario que están sufriendo nuestros hermanos chilenos como consecuencia de las administradoras de fondos de jubilaciones y pensiones. Sabemos que muchos trabajadores, como consecuencia de la previsión privatizada, son condenados a la indigencia, al hambre y a la miseria. Porque se está lucrando con algo sagrado, que es aporte, fruto del trabajo y del esfuerzo del trabajador. Son estas sociedades anónimas que se están enriqueciendo a costa del hambre y del pueblo trabajador.

Y esa verdad la tenemos que entender. Hay una frase evangélica que encierra un profundo contenido filosófico: Jesús nos dice que debemos buscar y defender la verdad, porque sólo la verdad, y nada más que la verdad, nos hará libres. Por eso, quiera Dios que los trabajadores y los pueblos que en este momento estamos sufriendo el padecimiento de la privatización de la previsión, emprendamos la lucha para recuperar esos derechos que nos han usurpado.

Porque fue en ese momento que se privatizó la previsión en la Argentina, cuando especialmente el movimiento obrero y, por qué no decirlo, nuestro sindicato, junto a la Confederación General del Trabajo, junto a otros sectores de nuestra sociedad que aún creen que vale la pena luchar por los ideales, que aún creen que vale la pena luchar por la libertad, que aún creen que vale la pena luchar por las utopías, luchar por las ideologías, luchar para que el hombre recupere su dignidad, enarbolamos esta bandera y luchamos, muchas veces sintiendo el cansancio, el agobio y la presión. Fueron estos grandes grupos económicos que en forma solapada utilizan todos los medios para desarticular todo tipo de lucha, porque ellos tienen una sola bandera, que es el lucro, es la ambición, es la destrucción misma del hombre.

Por esto, creo que eso encierra un contenido filosófico mucho más profundo; es la lucha del bien contra el mal. ¡Sí, es la lucha del bien contra el mal! Nosotros creemos en la libertad, nosotros creemos en la dignidad del hombre que los grandes grupos económicos nos quieren robar, que esta economía globalizada nos ha usurpado y que lo único que ha logrado globalizar es la miseria y la pobreza del hombre.

Y fue a través de los años de lucha, de muchos años, que finalmente el movimiento obrero, especialmente el movimiento obrero, hizo realidad la aprobación de la libre opción jubilatoria. Porque acá ocurría algo aberrante: desde el punto de vista jurídico, desde el punto de vista filosófico, nos quitaban en una AFJP; es decir, los que se pasaban al sistema de capitalización no podían volver al sistema de reparto. Se le negaba al trabajador volver al sistema público estatal, pero al que estaba en el sistema público estatal sí se le permitía pasar al sistema de capitalización. En esta verdadera antijurisdicidad, podíamos ver que no sólo se estaba atentando contra un derecho, sino contra la libertad de elegir, de que el trabajador pudiera elegir el sistema jubilatorio que más le convenía.

Y los argentinos finalmente, con el acompañamiento del gobierno, que tomó la decisión política y también enarboló esta bandera, en el movimiento obrero recuperamos este derecho de la libre opción jubilatoria, de elegir el futuro jubilatorio que más nos conviene. Por eso, todo, todo lo que conseguimos fue con la lucha; por eso es posible seguir luchando, porque seguimos teniendo fe, porque debemos seguir cre-yendo que podemos contra aquellos poderosos que tienen el poder económico. Pero nosotros tenemos la fuerza moral y espiritual de un pueblo que no quiere que le roben su dignidad. Por eso les pido a mis hermanos latinoamericanos que nos pongamos de pie, que sigamos luchando para recuperar nuestro derecho, para recuperar nuestra dignidad, recordando siempre que la única lucha que se pierde es la lucha que se abandona.

[volver] Erik de León: ¿Exagerado decir fascismo?

Néstor Kirchner y Hugo Moyano

Erik de León, miembro del Movimiento de Juventudes Larouchistas (LYM) en México. (Foto: EIRNS).

Ronald: Vamos a cerrar con una pregunta que nos llegó, y quisiera pedirle a Erik de León, que es uno de los representantes del Movimiento de Juventudes Larouchistas en México, que nos responda:

“Comentando el evento de hoy, que se llama ’La globalización es igual a fascismo’, los axiomas usuales de la mente de la población europea en general no asocian a otra cosa el fascismo que al Tercer Reich y, por lo tanto, se piensa que es demasiado duro, demasiado fuerte el uso de esta palabra”.

Erik: La pregunta viene de Alemania. Es interesante, porque sí es cierto. Nosotros cuando organizamos en las calles, en las universidades, como parte del Movimiento de Juventudes Larouchistas, en las propias discusiones con los sindicalistas o con los congresistas, sí tienen esa idea también aquí en México, de que darle un calificativo como fascista, sí creen que es una cuestión de calificativo.

Pero la tradición histórica en todo este tipo de políticas es exactamente la misma. Como lo hemos visto ahorita en la discusión con los compañeros en otras naciones, argentinos, peruanos, chilenos, es la misma estructura, la misma línea internacional. Y creo que así como el fascismo históricamente se ha representado, no es la figura de Hitler como tal, creo que ahí es donde viene el error conceptual de asociar el fascismo con una persona; es toda una estructura de pensamiento que viene de un respaldo filosófico que se puede seguir hasta las fuentes originales.

Aquí en México eso se está viendo muy claro. Se puede inclusive, con un pequeño estudio histórico, ver cómo el fascismo en México, con la representación del Partido Acción Nacional (PAN), tiene sus líneas hacia Europa; cómo en el financiamiento del Partido Católico están las conexiones directas hacia el fascismo europeo y su representación en la embajada mexicana.

Néstor Kirchner y Hugo Moyano

Ver ampliación

El Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de México (STUNAM) fue la sede
segundo diálogo público de Lyndon LaRouche y Agustín Rodríguez, vía internet, con dirigentes sindicales de Argentina, Chile y Perú el pasado 14 de junio.
(Foto: EIRNS).

Pero también lo teníamos con Napoleón en Francia, y eso fue antes, ¿no? También lo tuvimos con Licurgo anteriormente, un milenio antes. Y es toda una corriente de pensamiento.

No, no creo que haya alguna exageración en el calificativo de fascismo. Esto es fascista; ésa es su política. Este sistema mata gente. Este sistema deja sin alimento a una gran parte de la población.

Vean lo que está pasando con todo este rollo del etanol: por tener rendimientos financieros para supuestas alternativas ecológicas, van a quitar un porcentaje de la plantación de alimentos, con el maíz, para los mexicanos. Es lo que pasó con las tortillas a principios de año gracias al TLC, gracias al uso del maíz en EU y en otros países para generar etanol. En México, por la cuestión internacionalizada y la política de libre comercio, se lleva a una situación en la cual se saquea. Y los especuladores financieros sólo ven por sus rendimientos, no por si vas a utilizar el maíz para darle de comer a la gente, como en el caso de México, que la alimentación del mexicano depende casi un 67% de la tortilla. La mayor parte de los trabajadores, como ustedes y yo, que nada más tenemos para comprar una tortilla, ponerle sal y un chile, y comértela, y es toda la alimentación que se tiene, a éstos no les importa; simplemente es ver el rendimiento, del “ganado humano”, que es como nos ven.

A luchar por un nuevo sistema financiero internacional

Así que sí tenemos que quedar claros que esto es una política fascista, que sí hay que enfrentarla desde esta perspectiva, con el ingeniero Agustín y otros líderes en México, y también otros líderes en el mundo, como lo estamos viendo en el caso de Iberoamérica ahorita, junto con lo que está pasando también a nivel internacional con la propuesta de LaRouche por un nuevo sistema financiero internacional que se respalde en el desarrollo de las ciencias, en la tecnología avanzada. Hay que dejar de depender de países, dejar la vieja dependencia histórica y control que se tiene, que van aunados a esta cuestión fascista. Debemos dejar meramente nuestras pequeñas parcelas, nuestros intereses particulares, viendo que lo que está en peligro es todo el ejido. Lo que tenemos que hacer es juntarnos, pelear en conjunto, no separarse. Se habla mucho en México, porque se separan las luchas, se hacen por sectores.

Néstor Kirchner y Hugo Moyano

Ver ampliación

El LYM organiza a la población argentina en
torno a las ideas de LaRouche para reconstruir la economía y la infraestructura del Continente, así como del mundo entero.
(Foto: EIRNS).

Pero, como lo vemos, la pelea internacional es así: es la misma raíz, es la misma discusión. Así que la propuesta está clara. El movimiento de Lyndon LaRouche está planteando esto a nivel internacional: un nuevo sistema financiero internacional que dé lineamientos para el desarrollo concreto de las naciones, y acabar —como dice el tema de la conferencia— con este sistema fascista que lleva por nombre globalización.

Ronald: Muchas gracias, Erik.

Finalmente, a nombre de la organización internacional de Lyndon LaRouche, un agradecimiento a todos los auditorios que han seguido esta videoconferencia, este diálogo enriquecedor con todos los representantes que hemos tenido el honor de escuchar.

Quisiera hacer un agradecimiento especial y particular al ingeniero Agustín Rodríguez, por la valentía para discutir estas ideas abierta e internacionalmente con LaRouche y con otros dirigentes laborales del continente. Y quisiera pedirle que tenga la bondad de acercarse para clausurar este segundo diálogo.

Rodríguez: Bueno, es una forma de poder construir un gran movimiento social en una lucha que estamos convencidos no es de algunos países en particular, sino que es producto de una forma, de un modelo económico a nivel mundial, que a lo mejor es ubicado como globalización, fascismo. Evidentemente que la globalización económica, como está estructurada, a donde nos lleva, a donde nos está encaminando, es al exterminio de la parte más débil, de los sectores más débiles. Y ahí es donde encontramos ese símil entre lo que es el fascismo y lo que es la globalización.

Y por otro lado, también nosotros hemos presentado una queja ante la Organización Internacional del Trabajo para que dé su opinión sobre esta ley. Lo que expresaba el compañero de la CGT argentina, de la lucha por la libre opción jubilatoria, no es algo que esté descartado en nuestro país, porque aquí, con esa nueva ley que tenemos, no existe eso. Hay una opción condicional: nosotros podemos decidir pasar al nuevo régimen de jubilación y de pensión, pero podemos no decidir; y si no decidimos, deciden por nosotros. O sea, nos meten a fuerzas al modelo nuevo. Y si nos quedamos en el anterior, de acuerdo con el transitorio número 10, podemos optar por él, pero con algunas condiciones del incremento de la edad, incremento de la antigüedad, incremento de la cuota, nuevas fórmulas de cálculo para la pensión. Y ahí es donde nos parece que no es de ninguna manera aceptable una situación de este tipo.

Pero luego tenemos otra cuestión más interesante. Se crea un modelo que se llama Pensión ISSSTE para administrar los fondos de pensión y jubilación, y ese modelo está constituido, estructurada su comisión ejecutiva, por nueve representantes sindicales y nueve del gobierno o del ISSSTE, y el director preside. ¡Imagínense ustedes! ¡Para que administre nuestro dinero! ¿Para qué lo necesitamos? ¿Para qué necesitamos que haya un director y nueve representantes del gobierno en la administración de nuestro dinero? Pues mejor lo administramos solos. Porque además ya nos demostraron que no saben administrar, que, producto de lo que tenemos anteriormente, no es problema nuestro.

No se ha dado la explicación clara de qué pasó con los fondos de pensión y jubilación de aquellos trabajadores que aportamos cuando no había jubilados. Porque hubo una época en la que había muy poquitos. Pero, fíjense: adelgazan al Estado, a las empresas paraestatales, es decir, corren trabajadores en una primera etapa; luego crean un programa de retiro voluntario, cancelan plazas; y luego vienen y nos dicen, “Es que ya son muchos jubilados y muy poquitos en activo; entonces, ya no alcanza”. Obvio, porque se generaron las condiciones para eso. Y son de las cosas que no aceptamos y que tenemos interés en que se corrijan. Y es posible hacerlo, estamos en esa misma definición, en ese mismo compromiso en nuestra organización sindical.

Quiero agradecer a nuestro compañero Ronald, quien ha estado conduciendo esta conferencia, y a su equipo de trabajo, que me parece que es un equipo muy valioso compuesto principalmente de jóvenes, y a los que yo quisiera reconocerles ese gran esfuerzo que vienen haciendo para seguir trabajando en este mismo esquema de seguir promoviendo un nuevo sistema de vida, una nueva forma de carácter económico, una nueva orientación del rumbo de nuestro país.

Quiero agradecerles a ustedes su presencia y su generosidad, y en todo momento nuestro sindicato estará abierto al debate de las diferentes propuestas y a la construcción de lo que siempre sea orientado en beneficio de los trabajadores de México y del mundo.

¡Felicidades! Gracias, y estaremos en el tercer encuentro de intercambio de opiniones.


[1]Ver Rusia pone sobre el tapete los grandes proyectos de LaRouche.

[2]Ver LaRouche habla en Roma con senadores italianos.