Iberoamérica
Los sicarios económicos amagan
al Presidente de Ecuador
por Cynthia R. Rush
El presidente ecuatoriano Rafael Correa
advirtió el 27 de mayo que ha recibido numerosas amenazas de muerte, y
que hay quienes no quisieran sino darle “un tiro”. “Hay
amenazas y peligros”, dijo desde la provincia de Los Ríos. Sin
embargo, continuó, su gobierno y la población “van a estar
unidos para vencer a las oligarquías” que se oponen a su plan de
liberar a Ecuador de las garras de los financieros internacionales.
Escúchenlo bien, dijo, la patria es de
todos.
Dos días antes Correa
había advertido de una conspiración contra su Gobierno,
haciéndose eco de las acusaciones que presentó el ex presidente
Abdalá Bucaram a la agencia noticiosa Gamavisión, de que hay una
confabulación para derrocarlo. Lo que motiva estos ataques de los
enemigos de la historia, dijo Correa, es que “en nuestro vocabulario no
existe la palabra
subordinación”.
Las revelaciones
de Correa sobre estas amenazas no tienen nada de sensacionalistas. Otros
presidentes de Ecuador, como el nacionalista Jaime Roldós, quien no
cedió a las exigencias de Wall Street, la City de Londres o sus aliados
privados, no vivieron para contarla. Y el recuerdo del destino que tuvo
Roldós, de 41 años, al morir en un “accidente”
aéreo en mayo de 1981, sigue vivo en la mente de la mayoría de los
ecuatorianos. Como le comentó a EIRNS un
observador de la política ecuatoriana, la clave ahora es “evitar
que maten a Correa”.
En una
presentación que hizo en Quito el 22 de mayo, John Perkins, autor del
éxito de librería de 2006, Confessions of an Economic Hit Man: How the
U.S. Uses Globalization To Cheat Poor Countries Out of
Trillions (Confesiones de un sicario
económico: Cómo EU se aprovecha de la globalización para
desfalcarle billones a los países pobres), le pidió a Ecuador que
lo perdonara por el daño que le hizo durante los años que
trabajó como “sicario económico” para Charles T. Main
Company, a la cual usó como fachada de redes financieras y de
inteligencia. El joven Roldós, dijo, fue un líder íntegro,
que no aceptó el maletín lleno de dinero que le ofrecieron para
que dejara de contravenir a los intereses bancarios y petroleros que por
décadas atropellaron la economía ecuatoriana. Su negativa le
acarreó la muerte en un “accidente” que universalmente se le
atribuyó a la CIA.
¿Por qué
Correa?
Rafael Correa es una amenaza para los
oligarcas en dos respectos. En el ámbito interno, con su
“revolución ciudadana”, está enfrentándose a la
oligarquía financiera con un programa ambicioso de defensa del bienestar
general de los más pobres del país. Su Gobierno también
lleva a cabo una auditoría y reestructuración de la deuda externa,
y propone legislar para regular el sector
bancario.
Correa anunció la
revitalización de la Corporación Financiera Nacional, una entidad
estatal que se fundó en 1954 para financiar el desarrollo industrial,
pero que fue saqueada por los depredadores financieros que controlaban la
economía de Ecuador en los 1980 y 1990. Haciéndose eco de un
principio fundamental del Sistema Americano de economía política,
Correa afirmó el 25 de mayo que “no existe país en el mundo
que haya alcanzado el desarrollo sin banca
pública”.
Antes de asumir la
presidencia, Correa había escrito algunos ensayos favorables sobre
economistas del Sistema Americano como Alexander Hamilton y Henry Carey. Junto
con el presidente argentino Néstor Kirchner, quien ha señalado que
toda la política económica de su gobierno tiene como modelo el
enfoque del Sistema Americano de Franklin Delano Roosevelt, Correa está
dándole liderato a Sudamérica para que rompa con las directrices
neoliberales del Fondo Monetario Internacional, y está adoptando el
enfoque de desarrollo que defiende Lyndon
LaRouche.
Esto, y el Banco del Sur que
Correa, Kirchner y otros dirigentes sudamericanos están conformando como
una nueva entidad cuyo propósito primordial será financiar
proyectos de infraestructura, tiene más que ansiosos a los financieros
internacionales. Los tiene deprimidos el más mínimo indicio de que
semejante banco represente el alma de una nueva “arquitectura financiera
internacional”, como dijo el ministro de Economía de Correa,
Ricardo Patiño, a la salida de una reunión de ministros de
Economía de la región en Asunción, Paraguay, el 21 de mayo.
Patiño dijo que los acuerdos a los que se llegó ahí
representan un marco histórico fundamental para la creación de un
nuevo sistema financiero internacional, y añadió que el Banco del
Sur es el punto de inflexión.
Mientras
Patiño estaba en Asunción, Teleamazonas–TV dio a conocer
parte de un video en el que aparentemente aparece vendiendo información
confidencial y prestándose para la “manipulación de
mercados”, en una reunión que sostuvo en febrero de 2007 con
tenedores de bonos extranjeros, quienes le sugerían que Ecuador
“asustara a los mercados” con la amenaza de incumplir el pago ya
programado de sus bonos Global 2030, y que luego hiciera su agosto financiero
con el pánico que se
desataría.
Aunque varios voceros de
Wall Street y la City de Londres predijeron de inmediato que Ecuador
enfrentaría serias “medidas legales” por infringir las
regulaciones de valores, Patiño reveló lo que pasó en
realidad. Al dar a conocer el video íntegro el 24 de mayo,
señaló que, con el permiso de Correa, había grabado en
secreto la reunión con los tenedores de bonos, porque sabía que
las suyas eran “propuestas indecorosas” para lastimar al
país, y quería denunciarlas. “Era mi
obligación”, dijo, “aprovechar esta circunstancia del cargo
público que tengo para investigar adecuadamente cómo son estos
mecanismos perversos de endeudamiento”.
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