Reportaje especial
Peón de Gore recibe
duro golpe en Dominicana
por Jorge Luis Meléndez
Cárdenas
Los días 29 y 30 de mayo la prensa nacional
de República Dominicana publicó un aviso de casi un cuarto de
página, en el que el Consejo Nacional de Competitividad —entidad
gubernamental de apoyo al Tratado de Libre Comercio— invitaba para el 31
de mayo, en el auditorio de la Universidad Autónoma de Santo Domingo
(UASD), a la conferencia “Calentamiento Global: Retos y
Responsabilidades”, basado en el documental Una verdad
incómoda de Al Gore. El expositor
sería nada más y nada menos que José María Figueres,
el delfín del viejo Pepe Figueres, connotado miembro de la recordada
“Legión del Caribe”, además de ser ex presidente de
Costa Rica.
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El ex Presidente de Costa Rica, José María Figueres, es un peón más de Al Gore en su campaña de promoción de la patraña del calentamiento global. (Foto: Eskinder Debebe/ONU).
La publicación de dicho
aviso fue avalada por las secretarías de Educación y
Educación Superior, la secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales,
y la ONG Fundación para el Desarrollo Integral de la Sociedad, Inc. Ante
esta situación, el Instituto Schiller emprendió una acción
inmediata. Lo primero que hizo fue llamar a los organizadores de dicha
conferencia en el Consejo Nacional de Competitividad, tarea encargada a este
corresponsal.
Así, una vez hecho el
contacto, procedí a preguntar que cómo era posible que el Gobierno
dominicano esté avalando este fraude del calentamiento global, que si
sabían que más de 17 mil científicos norteamericanos se
oponen, principalmente por anticientíficas, a las propuestas de Al Gore,
a pesar de que él mismo ha dicho que en esto hay “unanimidad
científica”; que en Londres el Canal 4 había televisado un
documental titulado “La gran estafa del calentamiento global”; que
el problema del clima tiene que verse desde la perspectiva astrofísica,
ya que la Tierra tiene una relación armónica dentro del sistema
solar que determina los cambios en el clima; y que el ser humano sólo
produce menos del 1% de todo el gas de invernadero que se
produce.
“¿Cómo es posible
que hayan invitado a este personaje que va a decir mentiras?”, dije. El
representante nada más balbuceó que Figueres venía en
representación de Gore, y que no conocía mucho de lo que le estaba
hablando. Entonces le prometí mandarle la suficiente información
para que conociera más a fondo este asunto fundamental para el futuro de
la humanidad.
A Figueres públicamente
nunca lo presentaron como representante de Gore, sino como un personaje
“reconocido por su liderazgo y contribuciones en materia de
políticas medioambientales y aprovechamiento de tecnologías para
el desarrollo sostenible y la competitividad”. Pero además dijeron
que “el señor Figueres presentará los detalles a la crisis
sin precedentes que enfrenta el mundo debido a los cambios climáticos, y
hablará de las responsabilidades que se deben
asumir”.
Así, un contingente del
Instituto Schiller estuvo en la conferencia y le entregó a los invitados
y al público en general el periódico Solidaridad de las
Américas, que incluía el
artículo “La verdad incómoda es que Gore es un
fascista”. Dicho artículo desnuda a este personaje que se mueve por
el mundo tratando de convencer a los gobiernos incautos, principalmente del
Tercer mundo, de que paren todos sus programas de
desarrollo.
A pesar de que esta conferencia
se trasmitió por videoconferencia en el Instituto Tecnológico de
las Américas y el Instituto Superior Docente Salomé Ureña,
el clima también les jugó una mala pasada, ya que ese día
llovió como hacía mucho no se veía, por lo que la
asistencia no fue la que esperaban.
Hay que
mencionar que el Gobierno dominicano ya ha decidido apoyar una de las medidas
que propone Gore para parar el calentamiento global, que es el fomento de los
biocombustibles. Para eso, ya se han dado concesiones, sobre todo a los ingenios
de la zona este del país, que pertenecen al Consejo Estatal del
Azúcar (CEA), para sembrar caña de azúcar para la
producción de etanol.
Pero no
sólo es el gobierno el que se somete a los dictados de este nuevo
fascismo verde, sino también el sector privado. Fundados en las mentiras
de Gore, ya están calculando que en el 2030 las aguas de las playas
dominicanas subirán casi 60 centímetros; definitivamente es una
situación fuera de la racionalidad, y las repercusiones serán
severas si no intervenimos seriamente en este asunto. Esta mentalidad verde
está tan acentuada en el país, que hay una oposición a las
grandes obras de infraestructura, como es el caso de la construcción del
metro de Santo Domingo, o al uso de la energía nuclear. Dominicana
resolverá de una vez y para siempre sus problemas energéticos
cuando sus líderes comprendan que su alternativa es la energía
nuclear. En lugar de esto, se dan concesiones para la producción de
energía de molinos de viento y locuras semejantes.
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