El mundo clama por la solución LaRouche
Desde Rusia hasta Ecuador y Argentina, pasando por Francia e Italia, la solución a la crisis financiera y económica mundial propuesta por Lyndon LaRouche ha pasado a ocupar el primer lugar en el orden del día.
El 24 de septiembre, el senador Oskar Peterlini presentó de manera oficial ante el Senado de Italia una “moción para la reorganización del sistema monetario internacional: el Nuevo Bretton Woods”. La moción insta al Gobierno italiano a “actuar a nivel internacional para promover” un nuevo sistema, “en base al modelo del Nuevo Bretton Woods como propone el economista estadounidense Lyndon LaRouche”.
La iniciativa del Parlamento italiano ocurre en medio del descalabro financiero más grande que haya visto el mundo en siglos, y cuando todas las otras medidas tomadas —como el paquete de 700 mil millones de dólares para rescatar a Wall Street impuesto por el Gobierno de George W. Bush— han resultado un fracaso total.
Hay alternativas excelentes, dijo LaRouche en una videoconferencia difundida al mundo entero por internet el 1 de octubre (ver pág. 5), “pero no para Wall Street. Wall Street se ha ganado su propia muerte. Es un pescado muerto y apestoso que yace en las calles del bajo Manhattan. ¡El sistema de la banca de inversión está muerto! ¡Y debieron haberlo matado antes de que se pudriera”!
“Si queremos salvar al país y a la civilización, y evitar una Era de Tinieblas”, reiteró, lo primero es asegurar que las familias “conserven sus casas; nada de desalojos. Podemos hacer otros arreglos para reducir la deuda, porque la mayor parte de la deuda hipotecaria es fraudulenta. Es decir, las agencias que llevaron el endeudamiento a este nivel, la crisis de vivienda a este nivel, cometieron un fraude, un fraude contra la nación. Por lo tanto, no tienen derecho al precio total de la hipoteca”.
“Tenemos que mantener a los bancos funcionando”, añadió, y hay que restablecer la ley Glass–Steagall, que le prohibía a los bancos la actividad especulativa.
“También propuse una protección de nuestro sistema bancario, en cuanto a la moneda. Propuse que tengamos una tasa de interés mínima del 4%, como la tasa de préstamo para nuestro sistema bancario, salvo en el caso de las obras gubernamentales que sean de interés nacional, proyectos del gobierno autorizados por el Congreso, que tendrían una tasa de interés más baja”.
LaRouche por nombre
Pero lo de importancia decisiva en este momento, dijo LaRouche, es lograr un acercamiento entre EU, Rusia, China e India, “como las cuatro grandes potencias de este planeta, no para que establezcan una dictadura, sino para tomar un grupo de cuatro naciones que, en su conjunto, son tan poderosas, que el mundo entero tiene que escucharlas y obedecer algunas de las recomendaciones que hacen. De inmediato tendrían el apoyo para esta clase de medidas de parte de Japón, de Corea, de algunas naciones de Europa; de algunas fuerzas en Italia, de algunas fuerzas en Francia, como el presidente [Nicolás] Sarkozy ahora. También hay un movimiento en Italia, organizado por el ministro de Finanzas de ese país, que se mueve en la misma dirección. La propuesta legislativa italiana se hace directamente en mi nombre; o sea que la idea del Nuevo Bretton Woods, mi política, está especificada” en el proyecto de ley del Senado italiano.
“Ésa es la solución, la clave de la solución de esta situación a nivel internacional. Tenemos un sistema mundial; ¡el sistema entero está en bancarrota! ¡En la totalidad del sistema monetario–financiero del mundo ya despegó una hiperinflación estilo Weimar! ¡Estamos a unas semanas de que estalle una crisis más allá de lo imaginable! Y todas las tropas que Bush quisiera desplegar a las calles para tratar de que se apruebe esa ley, ¡no salvarán a EU de la destrucción!”.
De hecho, LaRouche recalcó, como lo ha venido haciendo de forma reiterada, que de no adoptarse su propuesta, el mundo no caerá en una Gran Depresión como la de los 1930, sino más bien en una nueva Era de Tinieblas, como sucedió en Europa tras el desplome de la banca lombarda en el siglo 14.
“Este sistema, en su forma actual, está prácticamente extinto”, le dijo LaRouche a un teleauditorio ruso. |
Miles de personas alrededor del mundo vieron la intervención de LaRouche por internet, gran cantidad de ellas en Iberoamérica. En México, 250 abarrotaron un salón del Congreso para verlo, entre ellas dos diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD), y decenas más se reunieron en la Universidad de Sonora en la ciudad de Hermosillo, entre otras. En Colombia, más de 700 lo vieron en seis universidades. Y también hubo concentraciones en Argentina y República Dominicana.
En Rusia, una de las cuatro potencias clave indicadas por LaRouche, el efecto de sus propuestas es enorme. El 5 de octubre, LaRouche fue entrevistado por el programa Vesti Nedeli (Noticias de la Semana), que transmite la cadena nacional de televisión Rossiya, con más de 70 millones de televidentes. LaRouche planteó la inevitabilidad de la defunción de todo el sistema financiero actual, probablemente antes de terminar este año. La alternativa, dijo, es la alianza entre EU, Rusia, China e India para reorganizar el sistema monetario–financiero internacional. Con ello, “podríamos resolver el problema. Esto significaría recurrir a un enfoque rooseveltiano, a una especie de nuevo sistema de Bretton Woods”.
También se informó durante el programa de la propuesta del presidente francés Sarkozy de convocar pronto a una reunión ampliada del G8, que incluya la participación de Brasil, China, India, Sudáfrica, México, y posiblemente Corea del Sur y Australia.
Durante la transmisión, el conductor Yevgueni Revenko centró la atención en las propuestas del presidente ruso Dimitri Medvédev a favor de crear una nueva arquitectura financiera, así como en la insistencia del primer ministro Vladimir Putin de que la clave de una solución estriba en fomentar la economía física, no en administrar la crisis financiera.
Revenko ligó los comentarios de LaRouche con las iniciativas de Medvédev: “Como ven, los economistas estadounidenses serios también hablan de formar una nueva arquitectura financiera. Les recuerdo que el presidente Dimitri Medvédev sacó esto a colación en el Foro Económico de San Petersburgo”, a principios de este año.
Días antes, el 22 de septiembre, el canal en inglés de la televisión rusa, Russia Today (Rusia Hoy), pasó una entrevista con LaRouche en su principal noticiero vespertino, en la que subrayó que LaRouche dijo que, “ésta es la crisis más grande en la historia desde el siglo 14”. Ese mismo día, el presidente Medvédev recalcó la necesidad de establecer una nueva arquitectura financiera internacional.
‘LaRouche me lo advirtió’
El 3 de octubre, el principal periódico de negocios de Rusia, Kommersant, publicó una entrevista con el director general de ferrocarriles rusos, Vladimir Yakunin, con el título de “El capitalismo liberal llega a su fin en Rusia”. Yakunin, un viejo aliado del primer ministro Putin, dijo que supo que vendría una crisis financiera “hace un año y medio. No lo estoy inventando. Recuerdo mi primera conversación con el economista alternativo norteamericano, el profesor LaRouche (Lyndon LaRouche—Kommersant). Él es una persona que usa algoritmos bastante poderosos para evaluar el estado de la economía y sus perspectivas. Y me dijo: ‘Vladimir, te puedo decir con toda certeza que la crisis económica ya está ocurriendo’. Me recalcó que la base de la crisis está en la transformación de la economía y, sobre todo, las finanzas, en economía virtual y en finanzas virtuales. Desde su perspectiva, de toda la circulación monetaria que existe en el mundo hoy, sólo cerca del 15% del papel moneda tiene respaldo en valores reales, producción industrial, materias primas, etc. A mí me parece que estamos presenciando, ahora mismo, la exactitud de esta fórmula. Este verano estuve hablando del asunto de la crisis con otros economistas y con mis amigos en el gobierno, así que la crisis en sí no fue inesperada. Pero yo no soy un financiero profesional. Si la crisis era visible y obvia para mí, debería haber sido visible y obvia para las personas a cargo de la política financiera”.
Berlusconi: un nuevo Bretton Woods
Otro que habló sobre un nuevo Bretton Woods fue el primer ministro italiano Silvio Berlusconi, quien dijo el 10 de octubre en Nápoles, luego de una larga conversación telefónica con el presidente Nicolás Sarkozy de Francia, que los países del G7 “proponen un nuevo Bretton Woods para establecer la nuevas reglas, además de cerrar los mercados por el tiempo necesario para formular dichas nuevas reglas. Todavía no hay nada concreto, pero la solución no puede ser ni nacional ni europea, sino que tiene que ser mundial. Tiene que hallarse en las instituciones internacionales”.
El portavoz de la Casa Blanca, Tony Fratto, respondió de inmediato que no había ningún plan de cerrar los mercados bursátiles de EU, y Berlusconi se retractó diciendo que había “escuchado la idea en una emisora francesa”.
El periodista italiano Maurizio Blondet advirtió en su bitácora electrónica el 29 de septiembre: “Cuidado con el falso Bretton Woods”. Según Blondet, ahora todo el mundo dice estar a favor de la regulación y de “un nuevo Bretton Woods”, pero el único Nuevo Bretton Woods de verdad es el de Franklin Roosevelt y Lyndon LaRouche.
“En este marco, me place informar de la moción presentada por un senador italiano, Oskar Peterlini, quien recomienda ciertos puntos fijos para la discusión sobre un Nuevo Bretton Woods, respecto al cual ya parece haber un creciente consenso internacional. La moción de Peterlini, que ya cuenta con la firma de nueve senadores, se inspira explícitamente en las ideas de Lyndon LaRouche”. Blondet cita las partes del proyecto de ley de Peterlini referentes a una reorganización financiera según las leyes de bancarrota, un sistema crediticio de dos niveles, paridades fijas, y el sistema de emisión de crédito de Alexander Hamilton y Roosevelt, todas medidas propuestas por LaRouche.
‘Coincidencia total’
Ante estos acontecimientos, y en especial la entrevista transmitida por la televisión nacional rusa el 5 de octubre, LaRouche comentó: “Existe una coincidencia total entre lo que la televisión rusa citó de mí y la política y sus circunstancias que ahora, en esencia, prevalece en Europa, la perspectiva europea, y eso viene del G14”, un grupo informal que comprende a las potencias industriales del Grupo de los Ocho (G8) y China, India, Sudáfrica, Brasil, México y algunas veces Corea del Sur, Australia o Nigeria.
“Así que todo el G14, implícitamente por esta transmisión y por las cosas que vienen de Francia y cosas por el estilo, está diciendo que todo el sistema está en un proceso de reorganización y que va hacia un sistema estilo Roosevelt, una reforma estilo Roosevelt”, dijo.
“El G14, con la posición de liderazgo adoptada por el Presidente de Francia, Sarkozy, va hacia lo que se describe como un nuevo sistema de Bretton Woods, y está restringiendo y suspendiendo las condiciones del sistema de Maastricht. En realidad, no todo el mundo en Europa sufre por la desintegración actual del sistema financiero; en algunos casos llega en forma de una liberación. Ahora dicen: ‘Que se friegue el acuerdo de Maastricht; no podemos perder nuestro tiempo en esa basura. En vez de esto, seguimos adelante con ciertas medidas de emergencia en la dirección de las reformas de Franklin Roosevelt”.
“Los europeos están actuando”, destacó LaRouche. “Están actuando a su manera; no a mi manera, sino a su manera. Eso es lo que está sucediendo. Existe el acuerdo de que el sistema del FMI actual está implícitamente muerto, que vamos de regreso hacia algo como el sistema de Roosevelt, y que viene de fuentes como el Presidente de Francia. No sólo comprende a Europa, sino también al G14”.
También en Iberoamérica
Las declaraciones a favor del Nuevo Bretton Woods no se limitan a Europa, sino que también vienen de Iberoamérica. El 7 de octubre, la Presidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, dijo en un almuerzo ofrecido en honor del príncipe Felipe de Bélgica, que para resolver la crisis financiera será necesaria “una suerte de Bretton Woods tal vez nueva”.
El día anterior, el 6 de octubre, LaRouche sostuvo un diálogo radial con el ministro coordinador de Política Económica de Ecuador, Pedro Páez, moderado por Patricio Pillajo (ver página 34). En el mismo, el ministro Páez externó: “La urgencia y la gravedad de la crisis exigen actuar globalmente, y hay que incidir desde donde podemos, con la modesta posibilidad que implica ser un país pequeño en el escenario internacional, al hacer este tipo de propuestas, con las cuales yo encuentro muchas coincidencias con lo que estamos viendo con el economista LaRouche”. Añadió: “Coincido también en que referentes como Franklin Delano Roosevelt y Bretton Woods son muy importantes en la coyuntura”.