Al
presentarlo, su vocera Debra Freeman señaló que desde la
alocución anterior de LaRouche el 7 de abril, hubo una serie sorprendente
de sucesos, siendo el más notable la derrota que le propino el Senado de
Estados Unidos al intento de golpe de Dick Cheney y sus gallinazis contra la
Constitución del país. En su discurso, LaRouche elogió la
acción del Senado, y dijo que muestra la cualidad singular que hace
recaer sobre EU la responsabilidad de llevar al mundo a apartarse del precipicio
de la desintegración financiera. “Yo propondría que el mismo
grupo en el Senado y otros que concuerdan con él en el Congreso y otras
instituciones, comiencen a colaborar y a unirse, entendiendo el gran peligro que
nos amenaza, pero también entendiendo la gran oportunidad que tenemos
ante nosotros”, dijo LaRouche, quien advirtió que a partir del 1 de
julio enfrentamos “la terminación de ciertos contratos que
involucran fondos especulativos, que están a punto de irse a la
quiebra” debido a la baja de la calificación de los bonos y
acciones de General Motors y Ford a la categoría de chatarra.
La
trascendencia que tuvo el discurso se vio en el gran número de preguntas
que le llegaron a LaRouche por correo electrónico del propio Senado y de
varios legisladores de los distintos estados de EU. También se vio en las
reuniones públicas que hubo para ver el discurso en Washington, D.C.; en
el anexo del Congreso de Argentina en Buenos Aires; en el Hotel Clarión
de Santo Domingo, República Dominicana; en la Escuela de Economía
de la Universidad Autónoma de México y en la Unidad Atzcapotzalco
de la Universidad Autónoma Metropolitana de la Ciudad México; y en
la rama de Agronomía del Colegio de Ingenieros del Perú en
Lima.
En Santo
Domingo, el discurso fue retransmitido cuatro veces por el programa de
televisión Cara a Cara. Asimismo, no bien había terminado
LaRouche de pronunciar su discurso, la agencia de prensa de Bolivia, Bolpress,
emitió un despacho, que en parte dice lo siguiente (ver artículo: Los bolivianos acuden a LaRouche en busca de respuestas).
“El
sistema financiero internacional se está viniendo abajo y su desplome
parece inevitable. La situación es grave porque se ha derrumbado el 40%
del valor de los fondos especulativos, de los que depende todo el sistema
monetario y la banca mundial. La magnitud de la crisis es tan grande que muchos
de estos fondos ya no pueden rescatarse. En ese escenario, los bancos más
grandes del mundo están en proceso de decidir qué cuello cortar
para que la crisis no los arrastre también a ellos.
“Los
fondos especulativos es un esquema ‘de locura’ adoptado en 1987,
después del derrumbe de la bolsa de valores. Entonces se introdujo el
sistema de derivados financieros, una forma de inversión, o mejor dicho
una especie de ‘apuesta’. Ahora, la burbuja de los derivados
financieros está por reventar en Europa y en el resto del
mundo.
“Si
los fondos especulativos se hunden y los bancos con ellos, si la burbuja de las
hipotecas revienta, estamos en aprietos todos, asegura el ex precandidato
presidencial demócrata estadounidense Lyndon H. LaRouche. Es un hecho que
la economía está a punto de irse a pique. ¿Cuándo? No
lo sabemos todavía, responde LaRouche, pero piensa que todavía se
pueden hacer cosas para evitar un derrumbe más grave que el de
1929–30.
“ ‘EU
tiene que enfrentar el problema porque el sistema financiero mundial depende de
un sistema monetario que todavía se fundamenta en el dólar. Si el
valor de esta moneda cae 30% será una catástrofe para el resto del
mundo y provocará un caos. En EU tenemos la responsabilidad de proteger
al sistema monetario mundial y eso se consigue estabilizando el valor del
dólar’. . .
“LaRouche
recuerda la crisis de la General Motors, al borde de la quiebra, y los problemas
que creará. Se sabe que la GM está a punto de deshacerse de sus
pensiones y jubilados, y eso significa afectar al 80% de las familias más
pobres de EU. ‘Si usted es una persona con ingresos promedio quiere decir
que su pensión puede desaparecer. La único que tiene asegurado es
el Seguro Social y Bush quiere robarse eso’ ”.
Más
adelante, Bolpress dice:
“Los
impresionantes sucesos acaecidos en las semanas recientes a ambos lados del
Atlántico han creado las condiciones para un cambio fundamental en la
política económica y monetaria mundial, cambio que debió
haberse hecho hace tiempo.
“El
23 de mayo un grupo bipartidista de senadores estadounidenses asestó una
derrota importante al Gobierno de Bush con la derrota de la llamada
‘opción nuclear’, que quitaba al Senado su derecho a debatir,
un intento de golpe contra la Constitución. El 29 de mayo el electorado
de Francia votó de manera abrumadora en contra de la propuesta de nueva
Constitución Europea, principalmente por el disgusto de la
ciudadanía con los desastres económicos engendrados por el Pacto
de Estabilidad del Tratado de Maastricht, y la pérdida de empleos debida
a la globalización neoliberal. Lo acaecido en Francia fue un eco de la
derrota electoral que sufrió la socialdemocracia alemana la semana
anterior en las cruciales elecciones estatales de Renania Septentrional
Westfalia, también debido a las fracasadas políticas
económicas del Gobierno de Schröder.
“La
intensidad de la crisis, aunque aterra, ha creado el escenario para que haya un
cambio en la política económica del mundo largamente esperada.
LaRouche propone revivir los principios del sistema que guiaron al presidente
Franklin D. Roosevelt al darle marcha atrás a la Gran Depresión de
Coolidge y Hoover, a movilizar el poderío industrial de EU para derrotar
el nazismo y el fascismo, y a establecer el sistema de Bretton Woods de tipos de
cambio fijos, que fue la clave de la recuperación económica de
Europa y Asia en la posguerra.
‘Concepto
del nuevo hombre’
“El
sistema de tipos de cambio flotantes posterior al de Bretton Woods que ha regido
a partir de 1971. . . ha traído al mundo al borde de un
derrumbe monetario total, y ha destripado la producción mundial de bienes
físicos vitales, tanto industriales como agrícolas.
“LaRouche
identifica la coyuntura de las sacudidas políticas en Washington,
París y Berlín, y la desintegración acelerada del sistema
monetario global, como el momento oportuno para regresar a la cordura en la
política económica trasatlántica”.
Añade
Bolpress que LaRouche dijo:
“ ‘Algunos
idiotas han tratado de globalizar la economía. Tomamos a las industrias
de EU y Europa y las mandamos a otros países donde la mano de obra es
más barata. Como ya no producimos, como el 80% de los ingresos familiares
descienden en términos de su valor, nosotros empezamos a perder
infraestructura. Lo que el gobierno hizo a partir de 1970 es destruir el poder
productivo, cerrando las fábricas, fomentando los trabajos no productivos
y la producción de cosas baratas; permitimos que la infraestructura se
desplomara: los sistemas de manejo de agua, sistemas energéticos,
sistemas fluviales, sistemas municipales, los sistemas educativo y de salud. En
resumen, se destruyeron las capacidades
productivas’. . .
“Hoy
las familias necesitan mantener varios empleos y trabajar todos. Se ha creado
una burbuja de bienes raíces. La gente junta plata para comprar chozas
que cargan con hipotecas de hasta un millón de dólares. No hay
más vida familiar, van a malas escuelas, reciben atención de salud
deficiente, estas son las condiciones de vida (. . .) Según
LaRouche, la globalización es una idea perversa porque disminuyó
el nivel productivo del mundo per cápita, destruyó el empleo en
países productores de riqueza, redujo los niveles productivos en
México y Sud América, provocó migración forzada por
el hambre. . .
“Argentina
ostentaba el cuarto nivel de vida más alto de mundo al terminar la II
Guerra y ahora están en decadencia. ‘Hemos destruido a un
país pujante, hicimos lo mismo en Colombia, Venezuela, Bolivia, Ecuador,
socavamos a nuestros amigos en Brasil’. Deliberadamente, EU propagó
enfermedades en África”, dice Bolpress.
LaRouche,
según Bolpress, criticó a los que piensan “que el
propósito de la economía es hacer dinero, cuando su objetivo es
realizar al hombre. ‘No somos animales, sino criaturas de la razón.
Mientras vivimos podemos aportar algo que perdurará en el futuro, lo que
podemos producir, si es que somos sabios, es infraestructura, medios de
manufacturas, tecnología mejorada, subir el nivel de vida de la gente,
aumentar el potencial intelectual. No se trata solamente de mejorar el consumo,
sino la calidad de vida; no se trata de pensar sólo en consumidores, sino
en los seres humanos’.
“¿Cuánta
gente tiene el derecho de pensar así en el mundo y Estados Unidos?
Entonces, el gran objetivo de la economía no sólo es la
rentabilidad, sino construir una mejor sociedad y esperar que las
próximas generaciones hagan algo que nosotros no pudimos, dice
LaRouche”.