Comunicado del MJL en México: El futuro es ahora: petróleo por tecnología nuclear
El Movimiento de Juventudes Larouchistas (MJL) emitió la siguiente declaración el 12 de abril del presente, convocando a una conferencia para el 7 de junio en la Ciudad de México, que copatrocinan el propio MJL y la revista Resumen ejecutivo de EIR.
Una de las afirmaciones más estúpidas jamás hecha en materia de economía, es la infame y cínica declaración del economista predilecto de la oligarquía británica, John Maynard Keynes: “A la larga, todos estamos muertos”. Implicando que todas las decisiones económicas tienen que fundarse en criterios monetarios inmediatos para el aquí y el ahora, sin importar el futuro.
Keynes, por supuesto, tiene razón. . . si crees que el hombre no es más que un animal. Pero el hombre no es un animal. El hombre tiene cognición, crea, puede construir el futuro. Y nosotros, el Movimiento de Juventudes Larouchistas, somos ese futuro y lo estamos construyendo.
Para plantear con claridad la cuestión medular: México, como el resto de Iberoamérica y el mundo, tiene que adoptar la energía nuclear, ¡ya! Y tenemos que hacerlo como lo propuso el ex presidente mexicano José López Portillo a fines de los 1970 y principios de los 1980: estableciendo un intercambio de petróleo por tecnología que impulse rápidamente a México hacia la era nuclear.
El estadista y dirigente demócrata estadounidense Lyndon LaRouche trabajó de la mano con López Portillo, precisamente en esa política, allá en los 1980. Hoy LaRouche encabeza en Estados Unidos el pujante movimiento que pretende ponerle alto a las medidas económicas imperiales del Gobierno de Cheney y Bush, y retomar la perspectiva del presidente Franklin Delano Roosevelt, que incluye cooperar en el desarrollo soberano de la tecnología de punta en México. En marzo de este año LaRouche abundó sobre estas ideas durante una visita que hizo a Monterrey, Mexico (ver Reportaje especial):
“Necesitamos una política para la reconstrucción de México. Ahora bien, esto coincide con la situación mundial. . . En general, cualquier persona en el mundo que comprenda los problemas mundiales está de acuerdo ahora en regresar pronto a la inversión en energía nuclear. Esto no sólo se debe al precio del petróleo. El petróleo tiene un futuro limitado en tanto mero combustible; tiene un destino importante en tanto insumo químico. En cambio, tenderemos a ir en pos de combustibles que se producen mediante la fisión nuclear. En tanto acuerdo general, estamos regresando a la energía nuclear, y más o menos con rapidez: esto es China, esto es Rusia, esto es Francia, esto es Brasil, etc. Hay un entendimiento general de que vamos de regreso a una economía fundada en la energía nuclear, en tanto perspectiva.
“En México, por supuesto. . . el problema más grande que tenemos es el del agua. No es un problema de México, es un problema mundial; pero es un problema en especial para México debido a las zonas áridas del norte, en particular entre las dos Sierras Madres.
“Sólo hay una forma en que podemos tener un flujo adecuado de agua para el consumo humano y cosas parecidas, como la agricultura, y es con energía nuclear. Existen fuentes de agua en el sur de México que puedes traer a través de las montañas a la región entre las dos Sierras Madres, o a lo largo de costa occidental, la costa del Pacífico, hasta el PLHINO [Plan Hidráulico del Noroeste]. Es posible, pero no basta. Uno ve la proporción en el uso de agua en las zonas agrícolas cercanas a la frontera estadounidense: tienes una situación crítica ahí, en términos del uso de agua. En la ciudad de México hay una catástrofe; y en el resto del país topas con problemas importantes.
“Ahora bien, a la energía nuclear le esperan dos cosas en el futuro. Como saben, allá a principios de los 1980 México tenía el plan de construir 20 plantas nucleares.
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“El petróleo tiene un futuro limitado en tanto mero combustible; tiene un destino importante en tanto insumo químico. En cambio, tenderemos a ir en pos de combustibles que se producen mediante la fisión nuclear. . . Estamos regresando a la energía nuclear”, señaló LaRouche en una visita que hizo a México en marzo. Refinería de Pemex en el puerto de Coatzacoalcos, México. (Foto: Uwe Parpart/EIRNS). |
“Lo segundo es que pasaremos a una nueva clase de industria de producción de combustibles basados en el hidrógeno. Esto ya está en marcha, en tanto orientación, en ciertos países y sus industrias. Por ejemplo, Japón va por los automóviles híbridos basados en el hidrógeno.
“Producir combustibles basados en el hidrógeno mediante la energía de fisión, requiere unos 800 megavatios de fuerza para alcanzar la intensidad energética necesaria; en tanto que puedes usar una planta de entre 120 y 200 megavatios para toda clase de cosas, [desalación de] agua y demás.
“También necesitamos, por supuesto, transporte; y México de hecho debería tener un ferrocarril que vaya desde la frontera hasta la Ciudad de México; ¡es un insulto no tenerlo! Si pretenden unificar al país, ¡tienen que hacerlo! Y eso ayudaría a mover las cosas.
“Esto cobrará popularidad. Argentina seguirá esa dirección; Brasil ya ha adoptado la intención; otros países lo harán. Entonces, lo que necesitaremos, primero que nada, es estabilizar a la población mexicana en el norte de México; eso requiere agua, requiere ciudades nuevas, requiere convertir estas regiones en zonas de desarrollo, no en zonas de mano de obra barata. Entre tanto, ya tienen una crisis, con la cantidad de gente de México que se va a EU como virtual mano de obra esclava, lo cual es una amenaza de seguridad en esta región; por tanto, tenemos que pensar en levantar el norte de México, pero con cosas que involucren energía y agua para transformar el ambiente. Se puede hacer; no es un gran reto intelectual, nomás mucho trabajo.
“De modo que necesitamos una perspectiva clara. . . que compartamos un concepto de los objetivos entre las naciones del Hemisferio.
“De invertir en México, tienes que invertir en el futuro de estos jóvenes, porque todas tus inversiones importantes en México, inversiones de capital, tienen una vida de 25 o 50 años: una planta nuclear es una inversión a 30 años, a 35 años; los sistemas hidráulicos, 50 años. ¿Quién va a hacer esto? Estás hablando de una sociedad que estará bajo la gestión de jóvenes que hoy tienen entre 18 y 25 años de edad. Pero los jóvenes que necesitas para esto, los adultos jóvenes, están en gran medida desmoralizados porque no ven un futuro. Entonces, debes llamar a estos adultos jóvenes “el futuro, la generación del futuro”, no sólo una generación que vivirá en el futuro, sino una que ¡creará el futuro!”
LaRouche tiene razón. Para planear lo que tenemos que hacer hoy, necesitamos un concepto claro de lo que deben ser los próximos 50 años.
Tiene que reconstruirse la industria petrolera de México, tras la destrucción impuesta por el Fondo Monetario Internacional y los banqueros desde 1982. Con López Portillo, la industria petrolera se aprovechaba para proporcionar los recursos que financiaran la educación, la salubridad, y la construcción de infraestructura esencial. Ahora se usa para pagar la deuda externa que se le impuso de forma ilegítima a nuestro país. Y los planes de los banqueros consisten en quitarle al gobierno el control de los ingresos de Pemex (Petróleos Mexicanos) —para robárselos para los bancos—, privatizando la paraestatal petrolera por completo.
Tomará de 5 a 7 años reconstruir la industria petrolera de México a los niveles de 1982. Eso tiene que hacerse al mismo tiempo que avanzamos hacia una economía basada en la energía nuclear. El petróleo y la energía nuclear se complementan, si los vemos desde la perspectiva de los próximos 50 años.
Así que, contrario a lo que piensa John Maynard Keynes y la oligarquía financiera a la que representa, no es que a la larga todos estemos muertos, al menos no quienes dedicamos nuestra vida hoy como una contribución inmortal a la humanidad.
Entonces, actúa como ser humano, no como un animal. Únete al Movimiento de Juventudes Larouchistas para transformar el futuro hoy. Participa en nuestro seminario internacional sobre “Petróleo por tecnología nuclear”, que tendrá lugar en la Ciudad de México el 7 de junio de 2006.