Como
parte de su campaña para instaurar un nuevo orden mundial más
justo,
Lyndon LaRouche habló el 23 de junio de 2000 en la conferencia
“Hacia un Nuevo
Bretton Woods” en Roma. La conferencia tuvo lugar en
la Sala del Cenácolo de la
Cámara de Diputados. De izq. a der.:
Claudio Celani, LaRouche y Paolo Raimondi.
(Foto:
Gabriele Carnelli).
No
podría ser más oportuno. Justo cuando el sistema del dólar
sufre otro ajuste violento a la baja, con el anuncio de un déficit de
cuenta corriente sin precedentes, General Motors al borde de la quiebra y los
precios del crudo por las nubles, la Cámara de Diputados del Parlamento
italiano aprobó el 6 de abril una propuesta para convocar a “una
conferencia internacional a nivel de jefes de Estado y de gobierno similar a la
realizada en Bretton Woods en 1944, para crear un nuevo sistema monetario y
financiero mundial más justo”.
Varios
diputados tuvieron un nutrido debate sobre la propuesta N. 1–00230 el 14
de marzo, que fue directamente inspirada por el movimiento de Lyndon
LaRouche.
Esto no
sólo refleja el intenso proceso de discusión que ha habido en
torno a la propuesta del Nuevo Bretton Woods de LaRouche en los últimos 7
años, sino el hecho de que destacados políticos internacionales
han caído en cuenta que la desintegración del sistema financiero
mundial es lo que está generando la actual serie de crisis
económicas y de política exterior. Aunque muchos de ellos saben
que el apoyo para reformar el sistema monetario con un nuevo Bretton Woods tiene
que venir de los ahora desquiciados Estados Unidos, también reconocen que
darle apoyo público a las propuestas de LaRouche puede ser útil
para devolverle la cordura a ese país.
La propuesta de
Lettieri
El
diputado Mario Lettieri, secretario de la Comisión de Finanzas de la
Cámara de Diputados y miembro del partido de oposición de
centro–izquierda “La Margherita”, encabezó el debate.
Lettieri redactó la propuesta en el 2004, en colaboración con el
representante de LaRouche en Italia, Paolo Raimondi, y por fin pudo llevarla a
debate más de un año después. Lettieri resumió con
energía y precisión el desastre financiero actual, y la
alternativa del sistema de Bretton Woods de Franklin Roosevelt y del Nuevo
Bretton Woods de LaRouche:
“Señor
presidente, es bien sabido que el año pasado fue el aniversario de la
fundación del sistema de Bretton Woods, con el cual, en 1944, fue
planificada la estructura económica y financiera mundial. Bretton Woods,
pese a ciertos conceptos monetaristas, primero y antes que nada pretendía
ser un sistema de reconstrucción económica más que nada
apoyado por el Presidente de los Estados Unidos, Franklin Delano
Roosevelt.
“La
meta era el desarrollo de la economía real de las naciones, apoyado y
fomentado por las finanzas y el crédito. Por desgracia, esto no es lo que
sucedió, o al menos no siempre: tras la muerte de Roosevelt, las finanzas
internacionales a gran escala de inmediato empezaron a socavar ese
espíritu de crecimiento con el que no sólo pretendía
superarse el colonialismo, sino también derrotarse la miseria y el
subdesarrollo de los países del Tercer y el Cuarto Mundos.
“La
realidad, por desgracia, es muy diferente; las estadísticas son
impresionantes, en especial si vemos los países de África y Asia.
Aún hay guerras, miseria, enfermedades y muerte. Les ahorraré las
cifras, que la prensa especializada y otros medios han publicado de forma
copiosa.
“En
1971 Nixon decretó el fin del sistema de Bretton Woods, y eso le
abrió las puertas a la especulación a gran escala y a enormes
burbujas financieras. En los años recientes, la gente incluso ha llegado
al grado de creer que la riqueza ya no la produce el trabajo, la industria, la
agricultura, y la aplicación de la investigación científica
y tecnológica en los sectores productivos de la economía, sino
más bien los mercados de valores y las finanzas. En mi opinión,
enfrentamos un caso de verdadera demencia colectiva, la cual tiene que
remediarse a nivel internacional.
“Hoy
ha comenzado a reflexionarse sobre este asunto, y no sólo en nuestro
país. Un importante economista y político demócrata de los
Estados Unidos de América me viene a la mente, Lyndon LaRouche, quien ha
difundido una campaña internacional llamada ‘Por un nuevo Bretton
Woods’. . . Por tanto, un nuevo Bretton Woods tiene que procurar
un sistema que reinicie el desarrollo de la economía real de las naciones
y que por ende, en especial, reduzca los atrasos en los países en
vías de desarrollo. Para este fin, el sistema crediticio es esencial;
tiene que proporcionar crédito a largo plazo y a bajas tasas de
interés para fomentar la construcción de proyectos, redes de
infraestructura e inversiones productivas a gran escala para la
investigación, la educación y la salud. Éste es el marco en
que se concibió la propuesta presentada hace un año.
“Sin
embargo, un año después, no sólo encontramos confirmado lo
que redactamos y que yo presenté en mi primera intervención, sino
que, por desgracia, también tenemos que observar que la crisis financiera
sistémica está produciendo conmoción en los mercados de un
modo cada vez más significativo y negativo, con consecuencias cada vez
más graves e incontrolables, a un nivel que claramente rebasa el de
Italia”.
Los
próximos pasos
Lettieri
expuso luego los peligros de la economía mundial plagada por la
especulación, y avivó su llamado a favor de crear una “nueva
arquitectura financiera” mediante un Nuevo Bretton Woods. Le siguieron los
diputados Paola Mariani, del partido Demócratas de Izquierda, y Sandro
Delmastro delle Vedove, del partido de gobierno Alleanza Nazionale, quienes
ampliaron sobre la bancarrota y perversidad del actual sistema financiero,
aunque sin mencionar la solución de LaRouche.
Pese a
que el debate estaba programado para continuar el 15 de marzo, eso no
ocurrió sino hasta el 6 de abril, en parte por el alboroto que
causó el anuncio del primer ministro Silvio Berlusconi de retirar las
tropas italianas de Iraq.
Ésta
no es la primera que vez que la Cámara de Diputados de Italia debate el
Bretton Woods. En septiembre del 2002 la Cámara debatió y
aprobó una propuesta similar, exhortando a que Italia organizara una
conferencia para establecer un nuevo sistema monetario. Ahí, el diputado
Giovanni Bianchi (quien también firmó la propuesta de Lettieri)
citó el papel que tiene LaRouche en inspirar la lucha por un Nuevo
Bretton Woods.
Muchos
senadores italianos, gran parte de los cuales han tenido amplias discusiones con
LaRouche, también organizaron en el 2002 a favor de convocar a un Nuevo
Bretton Woods; la propuesta no llegó a someterse a votación. El
senador Oskar Peterlini presentó una propuesta parecida en el 2003, al
igual que la honorable Cristiana Muscardini en el Parlamento Europeo, aunque no
llegaron a debatirse en el pleno.
La crisis se
profundiza
Al tiempo
que el debate continuaba en el Parlamento italiano, aparecieron aun más
indicios de que el sistema monetario está al borde del desplome. El
dólar sufrió renovadas presiones cuando el Departamento de
Comercio de los EU anunció que el déficit de cuenta corriente del
2004 llegó a una nueva marca más de 25% mayor que la del
año anterior, de 665.900 millones de dólares; y sigue creciendo.
Para financiar ese déficit y el abultado déficit presupuestal del
gobierno, los EU se chupan más y más fondos.
Entre
tanto, hay informes de que las mercancías reciben enormes flujos de
capital, en tanto que los fondos de inversión “reconocidos”
están comprando activos físicos tangibles y liquidando sus papeles
financieros denominados en dólares, lo cual empuja el precio de varias
mercancías al alza; el petróleo, por ejemplo, ya rebasa el umbral
de los 55 dólares el barril, y sigue subiendo. Los fondos, según
un informe de Reuters, también están comprando infraestructura, e
incluso la distribución de toneladas de mercancías tangibles y
materias primas. Eso está creando otra burbuja enorme que, dice Reuters,
no durará mucho antes de que estalle.
Todo esto
pone de relieve la importancia de avanzar en dirección al necesario Nuevo
Bretton Woods de LaRouche.